Adrián Ramos (Periodista Digital).- Los periódicos en papel recogen cada mañana lo ocurrido el día anterior. Pero esta regla de oro del periodismo escrito no es aplicable para, como en el caso de El Mundo, las fobias del director del diario.
El viernes pasado llegó a las redacciones un despacho de agencia señalando que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo había autorizado al ministerio fiscal y a la Asociación de Usuarios de Banca y Bolsa (Auge) a recurrir en casación el auto de la Sección Sexta de la Audiencia de Madrid que decretó el archivo de las actuaciones contra el presidente de Telefónica, César Alierta, al considerar prescrito el presunto delito de información privilegiada del que fue acusado.
El sábado la noticia podía leerse en la sección de Economía de los diarios, pero no ha sido hasta hoy martes cuando El Mundo lo ha publicado a cinco columnas en España.
Ayer, Hispanidad contaba cómo Pedrojota intenta resucitar el ‘caso Alierta’, pero ¿de dónde le viene esta obsesión con el presidente de Telefónica en un asunto en el que hasta el propio juez Santiago Torres que instruyó el caso fue denunciado ante el CGPJ por filtrar datos a El Mundo y en el que ni siquiera es ajeno Adolfo Prego, magistrado del Tribunal Supremo y hermano de la adjunta al director de El Mundo Victoria Prego?
Hay que remontarse a septiembre del año 2000. Fue entonces cuando, recién llegado César Alierta a Telefónica, y sin que él lo supiera, el director de la unidad de medios de Telefónica, Juan José Nieto, cerró un acuerdo con El Mundo y Onda Cero.
Según este acuerdo, el programa estrella de la cadena, La Brújula, pasaría a llamarse La Brújula de El Mundo. La directora iba a ser Victoria Prego. Los periodistas del rotativo pasaría a ser tertulianos habituales de la emisora y la información que se le suministrase a la cadena procedería de los de los servicios informativos de El Mundo. A cambio, Telefónica Media pagaría cierta cantidad al periódico. Además, ocho emisoras locales que poseía El Mundo se cedían a Onda Cero, que también pagaría por ellas.
Nieto sometió el acuerdo al consejo de administración de Telefónica, bajo la apariciencia de la prestación de unos servicios consistentes en aportar contenidos, cuando la realidad es que el diario colonizaba la emisora. Tras la toma de posesión de Alierta, Juan José Nieto fue despedido. Se decidió romper dicho acuerdo, previa indemnización a El Mundo de 1.200 millones de pesetas. El Mundo continuó anhelando la posesión de Onda Cero, cuya compra es propuesta y aceptada por Antena 3, poniendo fin a la opción del diario para hacerse con este medio de comunicación y la esperanza de Pedrojota de convertirse en mogul mediático.
