‘Duendes’ en la prensa: porque también somos humanos

'Duendes' en la prensa: porque también somos humanos

Miguel Pato (Periodista Digital).- Los gazapos y el periodismo son extraños pero inseparables compañeros de viaje. En el fragor de la batalla de la actualidad los plumillas cometemos muchos fallos de los que continuamente nos arrepentimos pero a los que en ocasiones llegamos demasiado tarde, ya cuando la imprenta o el post ya están al alcance de los lectores. Los que ha continuación se muestran fueron recopilados en su día por el Instituto Cervantes.

Empezamos con un titular que hace alusión a la historia interminable de la prensa española en que se ha convertido la negociación de la reforma laboral. Uno de los puntos calientes de la misma es la indemnización por año trabajo, sobre la que la CEOE ofrecía en su momento 45 días. Sin embargo, según el titular aquí mostrado, era una cosa mucho más ligera.

Hablando de trabajo, nos topamos con un anuncio en el que uno se da cuenta que a veces se estudia una carrera universitaria para ganarse la vida en algo, por lo menos, que tenga algo que ver con las materias en las que has invertido años y codos de tu vida.

Pero según esta oferta de empleo para enfermeros en Holandaparece que el INEM nos quiere colocar a toda costa sin importarle las inquietudes de los sanitarios.

Pero para sección de anuncios, no hay nada como la de anuncios por palabras. Son una de las principales fuentes de ingresos para los periódicos, donde cada ser humano puede publicar letra a letra lo que crea oportuno.

Pero en que esa sopa de letras te puedes encontrar desde ofertas de sexo que cuesta imaginar, pasando por ofertas de empleo cuyo requisito es ser “gilipollas” (con perdón), hasta ofrecimientos como este que mostramos en el que le han dado una nueva sintaxis a la expresión cuarto de baño.

Otra de las secciones estrella donde podemos encontrar las más destacas es en aquella en la que se narran tragedias humanas en lo que denominamos “sucesos”, que no sé si por el nombre se referirá a las noticias o alguno de los titulares que en sí mismos son un suceso.

Legendarios son los casos publicados en los que se pueden titulares como “un ciego se cae por el hueco del ascensor al no ver que la puerta estaba abierta” o “mueren tres personas y un portugués”. Aquí se muestran otros dos ejemplos en los que un diputado y un perro protagonizan dos noticias diferentes pero con un mismo patrón en común.

Terminamos el repaso a gazapos con un ejemplo que fue publicado en la sección de comunicación de algún diario. En él, más que equivocarse, el redactor pone a prueba nuestro conocimiento del concepto “árbol genealógico”.

He aquí que no somos máquinas, sino humanos que como tales tropezamos con algunas letras petrificadas, e incluso mil veces en la misma. De hecho, puede que este mismo artículo tenga uno, dos o más gazapos, pero espero que sepáis perdonarnos por nuestros muchos fallos y sepáis reconocer, al menos, alguno de nuestros aciertos, que “haberlos hailos”.

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