Susana Mendoza (Periodista Digital).-Tony Blair se está quedando sin apoyos, tanto en su propio partido como en la prensa que le ha apoyado desde su mandato, incluso cuando su popularidad cayó en picado con la guerra de Iraq. Pero ahora hasta sus más acérrimos defensores como el Financial Times, están empezando a sugerir que su tiempo ha pasado.
Puede que al final al primer ministro británico no le derroten las guerras internas en su partido ni la baja popularidad que tiene ahora, sino la retirada del apoyo que los llamados “periódicos blairistas” están comenzando a orquestar. En una serie de editoriales de línea bastante dura, los tres pilares del “blairismo”, The Guardian, The Economist y el hasta el momento fan incondicional Financial Times, aconsejan a Blair retirarse antes del verano y dejar vía libre a su número dos, el ministro del Tesoro, Gordon Brown.
The Financial Times, aunque más moderado que sus colegas, afirma que Blair ya no cuenta con el apoyo de los Comunes y da como ejemplo la rebeldía de los laboristas a la hora de votar las reformas educativas. También señala que:
La impresión de que la presidencia de Tony Blair está llegando a su fin, continúa, sin importar lo duro que el trabaja para reparar su imagen. Cada vez que intenta relanzar el proyecto de reforma laborista, los eventos conspiran para hacer que al final se vuelvan contra él. También hay que tener en cuenta que cualquier progreso en materia de desafíos políticos importantes, tendrá que ser hecha sólo con el apoyo de la oposición.
Esto entorpece bastante la labor de Blair, ya que para llevar a cabo reformas políticas o tomar una decisión, tiene que ser con el consentimiento de los conservadores, con la consiguiente obstaculización de estas reformas.
The Economist es el más duro
The Economist es sin duda el más duro con el presidente británico. Titula su editorial como “Los últimos días de Tony Blair” y en el subtítulo escribe: “Si el Primer Ministro británico no está pensando en bajarse, debería hacerlo” y comienza el editorial de forma novelada:
Érase una vez un Primer Ministro que llevaba mucho tiempo en el poder, uno que había ganado cuatro elecciones generales. No mostraba signos de renunciar. Pero de repente, el 16 de marzo de 1976, Harold Wilson sorprendió a todos anunciando su dimisión.
El diario continúa comparando la dimisión de Wilson, a tiempo y tras un largo periodo, con la que debería hacer Blair, teniendo en cuenta que no tiene el apoyo de su partido y resalta también la guerra de Iraq como una lacra en la vida política de Blair. El periódico le recuerda a Blair que si bien es cierto que a nadie le gusta dejar el poder, peor es quedarse y hacerlo mal, y le dirige lindezas como que “lo mejor que puede hacer es trabajar en la caridad” o que para encontrar un trabajo acorde a su grandeza debería probar en la ONU aunque el periódico no cree que haya ningún país que quiera contar con “un bretón tan importante y tan incisivo”.
The Guardian también tiene un titular bastante contundente. “Nueve años es suficiente tiempo”. A pesar de este título tan áspero, el Guardian es el que mejor se porta con el Primer Ministro en su editorial y aunque afirma que espera que Blair no se haga el remolón para dejar el puesto, confía en que el líder laborista sabrá ceder el turno a su segundo de una manera elegante.
The Guardian hace un repaso a los descalabros del mandatario, como Iraq, el fiasco de la reforma educativa o el escándalo de los créditos blandos que Blair consentía.
El diario, aunque se muestra más magnánimo que el resto, también le da un rapapolvo al mandatario al asegurar que:
Hay una verdad indiscutible sobre la magia en la política. Se desvanece. En la mayoría de las esferas donde el Sr. Blair puede afirmar que necesita acabar el trabajo, el trabajo está ya hecho, o más allá de su capacidad para completarlo.
