Trabas y manipulación para los corresponsales españoles en El Aaiún

Trabas y manipulación para los corresponsales españoles en El Aaiún

Elena de Regoyos (Periodista Digital).- ¿Sáhara independiente o marroquí? Esta pregunta no cabe en los medios de comunicación marroquíes, que cubren la visita sorpresa del Rey Mohammed VI al Sáhara casi siguiendo el guión marcado por el monarca. ¿Los más vigilados? Los periodistas españoles y, por supuesto, un marroquí: Ali Lmrabet. Nos lo cuentan.

Los periodistas españoles se las han visto y deseado para llegar a El Aaiún, sorprendidos por un viaje “de Estado” del que no habían sido ni tan siquiera avisados. Por supuesto, no tienen alojamiento y están durmiendo en casas particulares. Aunque quien más difícil lo tiene, sin duda, es el polémico periodista marroquí, que fuera condenado por el régimen alauí, Alí Lmrabet, vigilado de cerca por el gobierno.

Éste consiguió llegar el lunes tras un duro y largo viaje en autobús, ante la falta de vuelos, y este martes ya firma su primera crónica desde allí. Por supuesto, crítica con el viaje del Rey de Marruecos al Sáhara, y reveladora de la farsa que éste ha montado para aparecer como “el gran esperado”:

«Mohamed VI llega a El Aaiún con la ciudad tomada por policías y militares

–Líderes saharauis han sido deportados durante los días que dure la visita del rey de Marruecos

A primera vista, la población de El Aaiún parece eufórica ante la inminente llegada del rey Mohamed VI. Pero aparentemente no es así. «¿Has visto el aspecto físico de esa gente?», pregunta Mohamed Uld Guey, un joven saharaui envuelto en su darraa tradicional. «No son de aquí, son del norte», le responde su acompañante.Los del norte son los marroquíes, llamados también colonos por una parte de la población local.

Uld Guey quiere ser más explícito: «Los verdaderos saharauis no salen a la calle, prefieren quedarse en sus casas», remacha en dirección del reportero.»

Por su parte, y según el relato que hace a PERIODISTA DIGITAL Luis de Vega, el corresponsal de ABC:

”La verdad es que nadie nos dice (se refiere a los periodistas españoles) dónde va a estar el rey o qué va a hacer, no nos informan de la agenda. Acabo de coger un taxi e incluso el taxista sabía más que yo”.

En cuanto a la cobertura, la posible censura por parte del monarca o las presiones sobre los periodistas más críticos, De Vega lo explica así:

Hay una versión oficial de todo lo que ocurre, y ni siquiera los medios más contestatarios la ponen en duda. Por supuesto, todo lo que se publica en Marruecos es una visión muy particular, hablando exclusivamente de la población del Sáhara recibiendo al rey con los brazos abiertos y llenos de entusiasmo. Pero la realidad es otra.”

Más fea se pone la cosa a la hora de realizar su propio trabajo:

“A nosotros, los corresponsales españoles, no es que nos den toques por lo que escribimos, pero ten por seguro que en Rabat se está siguiendo lo que publicamos.

Estamos permanentemente rodeados de policías secretos, pero no ahora, sino siempre que venimos a El Aaiún, y claro que hay graves amenazas. A mí me han “sugerido” desde el Ministerio de Comunicación marroquí que me vaya de aquí si no me pliego a sus deseos y no dejo de utilizar palabras como “colono”, para referirme a los marroquíes de fuera del Sáhara”.

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