Johnny perdió su fusil…. en Iraq

Johnny perdió su fusil…. en Iraq

Susana Mendoza (Periodista Digital).-Los soldados mutilados de la guerra de Iraq no tienen cabida en los grandes medios estadounidenses debido a la prohibición del Gobierno norteamericano de mostrar cualquier imagen negativa del conflicto, desde los féretros que llegan todas las semanas hasta los militares heridos.En este tercer aniversario de la invasión de Iraq, sólo los periódicos locales se han atrevido a publicarlas, así como algunas organizaciones alternativas de la Red como Voltaire.Org y Rebelio.Org. Los grandes periódicos nacionales han pasado de largo, la página de los mutilados de la guerra de Iraq. Aquí pueden verse, algunas, de las fotos de AP más impactantes.

El actual Gobierno estadounidense no quiere que este tipo de historias salte a la opinión pública, ya de por sí desfavorable al conflicto y al envío de sus muchachos, y ha prohibido la publicación de fotografías de los ataúdes, los heridos, los mutilados o todas las imágenes que puedan empeorar la opinión de los ciudadanos todavía más. Sobre todo teniendo en cuenta que ya desde el inicio de la guerra, en el 2003, ya hay más de 1.800 muertos, y alrededor de 17.000 heridos.

Bien se podría hacer una nueva película con todas las historias de los soldados que vuelven de Iraq, aunque no precisamente la historia de valor y compañerismo que al gobierno de Bush le gustaría contar, sino algo más parecido al filme Johnny cogió su fusil, una obra publicada en 1939, del escritor estadounidense Dalton Trumbo de la que luego, en 1971, se hizo la célebre película antibelicista. Para todos los que no lo hayan visto, cuenta la historia de un joven soldado que vuelve a EEUU del frente de la Primera Guerra Mundial sin piernas ni brazos y sin la gloria que su Gobierno le había prometido, para enfrentarse a su realidad de ser un hombre «atado» a un torso.

Porque al final eso es lo que les queda a estos militares; tras el combate, en loor de su patria y en un supuesto beneficio de toda la humanidad, la cruda realidad de sus nuevas taras físicas se impone. Como la realidad del sargento Mark Graunke, que perdió su mano derecha y un ojo en un ataque terrorista con bomba.

O el soldado Brandon Ericsson que perdió parte de su brazo cuando la insurgencia terrorista atacó su convoy. Ahora continúa sus estudios de política.

El soldado Robert Jackson (derecha) perdió sus dos piernas en Iraq. (Izquierda) el marine George Pérez, paracaidista de la brigada 504 de infanteria.

El presidente Bush no se olvida de sus `guerreros´, y también visita a algunos soldados heridos con amputaciones en hospitales militares.

Muchos marines y soldados no sólo sufren las consecuencias físicas de la guerra, sino que también tienen horribles pesadillas o distorsionan la realidad como Roberto Acosta que aún está en rehabilitación por la pérdida de su mano.

Algunos actores también han querido mostrar su apoyo a estos olvidados, como Denzel Washington que da una medalla al soldado Justin R. Burguess

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