Abdul Rahman `el apóstata´

Abdul Rahman `el apóstata´

Susana Mendoza (Periodista Digital).-Abdul Rahman está comenzando a convertirse en una especie de símbolo para los cristianos, especialmente los de EEUU; al menos en la prensa de este país Rahman aparece como un mártir de la causa cristiana aunque el juez ha desestimado el caso.

El llamado caso del afgano converso parece que toca a su fin, ahora que tras semanas de protesta en todos los medios especialmente en los norteamericanos, el juez afgano ha decidido que las pruebas no eran suficientes para condenarle. Aunque como publican los diferentes medios norteamericanos, hay diferentes versiones.

El New York Times afirma que el hombre aún no ha sido liberado y que ello depende del estado de su salud mental, que según informaciones del NYT no es muy estable. El periódico no quiere ser demasiado esperanzador con el converso, y recuerda que la pena que se le imputaría sería la de muerte por exigencias de los musulmanes más acérrimos.
El diario también recuerda que el Islam tiene la sharia, según la cual el castigo por abandonar la religión es la muerte y señala los problemas que tiene el presidente afgano Karzai por las presiones de los radicales y las de los países occidentales, y en especial las de EEUU.

Sin embargo, otros importantes periódicos estadounidenses como el Washington Post y el Los Angeles Times sí confirman que el caso ha sido desestimado por el momento por falta de pruebas, y que este hecho ha despertado la ira de los clérigos afganos.
El Post incluso dice que han llegado a pedir a la población afgana que mate a Rahman como una defensa de su religión. Según informa el Post, en opinión de un carcelero:

Ha estado pidiendo a los guardias de la cárcel una Biblia pero se la han denegado. Parece bastante calmado aunque continúa diciendo que oye voces; además aquí no se ha dicho quién es por temor a represalias de los presos.

El Washington Post recuerda que EEUU ha sido la voz cantante en este caso y afirma que el presidente Bush ha pedido a su homólogo afgano que haga énfasis en promocionar la libertad de culto en el país.

El Los Angeles Times sigue la línea del Post aunque resalta el hecho de que está cerrado pero no terminado, y que ha sido desestimado debido a la duda existente sobre su salud mental y al hecho de su nacionalidad. El LAT señala que el apóstata vivió nueve años en Alemania y hay dudas sobre si le concedieron o no la nacionalidad alemana.

El revuelo ha afectado principalmente a EEUU, que se ha convertido en el adalid de la libertad confesional y del cristianismo, pero también en Alemania ha tenido amplia cobertura, y como informa el diario El País la canciller alemana Angela Merckel ha llamado al presidente afgano para pedirle que paralizase el proceso, e incluso Benedicto XVI ha escrito una carta defendiendo la libertad para ejercer el culto cristiano.

De nuevo en el punto de mira

Tal y como informa el corresponsal de EFE en Kabul, Farhad Peikar, centenares de clérigos afganos pidieron hoy la pena de muerte para Abdul Rahman, un musulmán convertido al cristianismo que sigue bajo custodia policial, después de que su caso fuese desestimado, por temor a ataques de radicales islámicos.

La decisión de desestimar el caso, anunciada ayer por el Tribunal Supremo afgano y basada en las dudas sobre la capacidad mental de Rahman, le ha convertido en «un hombre libre», según aseguró hoy a EFE el vicefiscal general de Afganistán, Mohammed Eshaq Aloko.

Aloko indicó que Rahman lleva más de un mes detenido sin sentencia, el máximo que permiten las leyes afganas, pero explicó que sigue bajo custodia policial por «su seguridad», debido a que se duda de su capacidad mental y se temen posibles represalias.

Aunque su caso ha despertado las simpatías del mundo occidental, en Afganistán, una República Islámica cuya Constitución se rige por la ley coránica Sharia, la mayoría de la población está a favor de que sea ejecutado, el castigo que prevé esa legislación.

El Gobierno afgano, que necesita imperiosamente la ayuda internacional, se ha visto presionado por sus principales aliados -EEUU, Canadá, la Unión Europea (UE), entre otros-, pero también por los islamistas más radicales, que piden una aplicación a ultranza de la ley coránica.

Abdul Rahman, de 41 años, se convirtió al cristianismo cuando tenía 25 y fue acusado de apostasía por «rechazar el Islam», delito que en Afganistán se castiga con la ejecución.

Su caso fue desestimado el domingo alegando dudas sobre su estado mental y su nacionalidad (vivió nueve años en Alemania) y ahora lo previsible es que sea enviado al extranjero.

Musulmanes radicales han prometido que lo matarán por su «ofensa al Islam», algo que ha sido azuzado por algunos ulemas de mezquitas de distintas partes del país.

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