Trece argumentos para desconfiar de la negociación

Trece argumentos para desconfiar de la negociación

(Periodista Digital).- Desde la ausencia de referencias a la disolución de la banda y el mantenimiento de las reivindicaciones hasta la debilidad y el “buenismo” de Zapatero y su gobierno, muchas son las razones que aconsejan desconfiar de la banda asesina ETA y del “alto al fuego permanente” que ha decretado.

Trece de ellas, probablemente las más importantes, han sido recopiladas por Leopoldo Varela en un reportaje que se publica esta semana en la revista Época y en el que se reúne y da forma a muchas de las preocupaciones que asaltan a la sociedad española en un momento como el actual.

La primera de ellas es, como decimos, el propio contenido del comunicado con el que la banda dio a conocer su decisión de detener, por ahora, el sonido de las bombas. En primer lugar a partir de lo que en él se ha “olvidado”:

1.- No habla de disolución ni de entrega de armas
La combinación de dos factores del comunicado se convierte en la primera fuente de desconfianza: que, por un lado, aludan a la autodeterminación y a la independencia -con la apelación a los Estados español y francés-; y, por otro, conserven las armas. Parecen poner condiciones: siempre que consigamos esos objetivos, mantendremos el “alto el fuego”.

Porque si la propuesta no fuera condicional, es evidente que no tendrían necesidad de conservar las armas.

Pero también teniendo en cuenta lo que sí se dice:

2.- ¿Por qué permanente y no definitivo?
“Alto el fuego permanente” es más que temporal. Y eso alimenta expectativas. Pero es menos que definitivo, lo cual genera incertidumbre. Los analistas coinciden en que lo que ha hecho ETA es dejar de apuntarnos, pero no ha soltado las armas. El asesino baja el arma… pero la sigue empuñando, con el dedo puesto en el gatillo. ¿Por qué no la suelta? Porque cree que puede volver a necesitarla. Está esperando tu reacción… y si no te pliegas a sus deseos, volverá a apuntarte.

Así hasta 13 diferentes motivos que, desde un análisis frío y lógico, pueden atemperan un poco el exceso de optimismo que parece haberse instalado en buena parte de la clase política y de la sociedad españolas, incluyendo las anteriores treguas rotas por la banda; la coincidencia con la aprobación del Estatut; o la me mentiras que ya se han oído sobre la existencia de una negociación.

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