Susana Mendoza (Periodista Digital).-Por el momento Iraq se ha convertido en el mayor infierno para los periodistas desde que se comenzase a cubrir los conflictos armados, durante la guerra de Crimea. El balance profesionales asesinados asciende a 86 y 37 secuestrados. El problema principal no es sólo el miedo a ser asesinados, sino que los insurgentes presionan a una gran parte de la población para que venda a los periodistas y hacen casi imposible el trabajo.
La reciente liberación de Jill Carroll ha eliminado una cifra del número de profesionales secuestrados en Iraq; de 38 se ha pasado a 37, aunque aún siguen apresados dos y han sido ejecutados cinco. Según un estudio realizado por Reporteros Sin Fronteras, el conflicto iraquí está resultando mucho más peligroso para los periodistas que Vietnam, en el que murieron 63 y que el de los Balcanes con 49. Y es que ser reportero en la antigua Mesopotomia supone ahora estar dispuesto a exponerse no sólo al fuego cruzado o las bombas de la insurgencia, sino también a los secuestros selectivos (ya que más del 70 por ciento son periodistas árabes) y la censura previa.
De los 86 muertos, el 77 por ciento son periodistas árabes pertenecientes a cadenas locales, que son de uno u otro partido, por lo que los asesinos de ambos bandos eligen a sus víctimas dependiendo de si su medio es partidario de la causa de éstos. El último profesional asesinado ha sido Mahmoud Za’al, de 35 años, cámara y reportero de la estación de televisión iraquí, Bagdad TV, mientras grababa para un documental social.
Vete o morirás
Según Ali Quaie, vicedirector del Sindicato de Periodistas Iraquíes, y como publicó El Mundo, ya van más de veinte profesionales del sindicato que han muerto y otros tantos que reciben amenazas.
Somos el objetivo de todos los bandos. Estamos vendidos, nada garantiza que lleguemos a casa todos los días; llamaron a un periodista a su casa y le dijeron que o se iba del país o moriría.
Además los periodistas iraquíes tienen que enfrentarse también a la censura que les llega desde el ministerio de Interior y el de Defensa, controlado por los chíitas que aterroriza a los medios y les impide publicar mucho de lo que producen. Incluso la idea surgida desde el mismo sindicato de poner escolta y chalecos anti balas a los periodistas no ha tenido buena acogida, ya que según muchos, sería ponerse en manos de los ministerios al darles sus nombres y domicilios.
Aunque son mayoría los periodistas árabes que han fallecido en el conflicto, el país occidental que más muertes lleva es Francia, con nueve reporteros muertos. Precisamente al contrario que Francia, que no quiso entrar en la guerra, las naciones que llevaron a cabo la ocupación, EEUU, Inglaterra y España, son de los que menos muertos llevan. España tiene dos muertos, José Couso y Julio Anguita Parrado; Couso además no fue víctima de la insurgencia, sino de los estadounidenses, y aún continúa abierta la investigación para aclarar su muerte.
