Sandra Remón (Periodista Digital).- El pasado 6 de abril, a pocos deías de la Semana Santa y sabiendo la expectación y la polémica que se iba a levantar, la revista National Geographic publicó en su página web una copia de un manuscrito copto sobre lo que parecía el «Evangelio de Judas» en el que se ve cómo vivió Judas los últimos días de Jesús y desde esta perspectiva parece que el discípulo más despreciado, era el favorito de Cristo. Toda una orquestada operación de Marketing previa a estos días santos que se avecinan.
Como toda película que se precie aprovecha la época navideña para dar el «pelotazo», el hallazgo ha llevado tras sí una orquestada campaña de Marketing, y es que a pesar de los nombres de científicos de una fundación suiza que sirvieron para tratar de legitimizar la operación mediática, está claro, que además de por la polémica, el «bombazo informativo» que tantas portadas ocupó la pasada semana, lo será más por encuadrarse en los días de recuerdo de la muerte y resurrección de Cristo.
Como cuenta el diario Clarín, National Geographic presentó, para la TV y justo ahora, un manuscrito copto hallado en 1978, que sería uno más de los evangelios apócrifos y que reivindica la figura de Judas como parte del plan divino de Jesús. El rotativo apunta que:
«En realidad, resulta tan conocido el repentinamente novedoso Evangelio de Judas que mereció las invectivas, justamente por ficticio, de San Ireneo, allá por el año 180 después de Cristo.
Y el «descubrimiento» ya había sido analizado por Borges en el ensayo «Tres versiones de Judas», de Ficciones —libro publicado en 1944—, en el que refiere una obra de Nils Runeberg, pensador que también sostuvo a principios del siglo XX la santidad oculta de Judas.
Habría quizá que recrear un poco la atmósfera de las primeras iglesias allá por el siglo II y III y sus numerosas y feroces competidoras gnósticas y heréticas, en medio de la lucha entre los cristianismos y paganismos, para entender la proliferación de más de un centenar de evangelios que el concillio de Trento 1546 terminó condenando como apócrifos.
Una historia comercial
Pero a caballo de ésas historias olvidadas y hoy ignoradas aparece una manera comercial de relatar la historia al alcance de todos. Una historia accesible pero falsa, en la que se presentan complejos procesos como si se tratara de una vasta conspiración sobre la cual sólo es necesario conocer unas cuantas claves para comprenderlos cabalmente.
Es la vieja, simple y paranoide narración que entiende la historia como una confabulación secreta de no menos secretos y en general todopoderosos titiriteros que, desde las penumbras, mueven invisibles hilos, en vez de entenderla como un mecanismo arduo y contradictorio empujado por millones y atravesado por variadísimas fuerzas, pasiones, creencias, hallazgos, errores, aventuras e investigaciones, plena de matices.
Una historia fácil, aunque tan falsa como el ahora flamante Evangelio de Judas».