(PD/Agencias).- Los únicos que no han olvidado a Guy-André Kieffer son sus familiares, algunos amigos y varios colegas que este domingo se congregaron en París para exigir a Francia y Costa de Marfil que expliquen la misteriosa desaparición, hace dos años en Abiyán, del periodista franco-canadiense.
El acto de solidaridad con los familiares de Kieffer organizado con el apoyo de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) tuvo lugar en la Plaza de la Nación, bajo efigies del periodista.
La investigación está ‘estancada’ y ‘no es normal’ que después de dos años no haya resultados, dijo una abogada de la familia, al denunciar la ‘inercia’ de las autoridades francesas y marfileñas.
Kieffer, que colaboraba con varias publicaciones, incluida ‘La Lettre du Continent’ sobre Africa, después de trabajar durante años para el diario económico francés ‘La Tribune’, fue visto por última vez el 16 de abril de 2004 en el aparcamiento de un centro comercial de Abiyán.
En ese momento estaba investigando sobre presuntas malversaciones en el sector del cacao, del que la antigua colonia francesa es el primer productor mundial.
También investigaba sobre compras de armas por el régimen del presidente Laurent Gbagbo, según su hermano, Bernard Kieffer, que denuncia el ‘muro de silencio’ erigido por las autoridades marfileñas y ‘la pasividad’ de las autoridades francesas.
Un cuñado de la Primera Dama marfileña, Michel Legré, quien fue la última persona que vio a Kieffer antes de su desaparición, fue procesado por ‘secuestro’ en octubre de 2004 por el juez francés Patrick Ramael, que instruye el sumario.
Legré, también inculpado por la justicia marfileña, está bajo arresto domiciliario en Abiyán, después de haber pasado un año y medio en prisión preventiva. Hasta la fecha, las peticiones del juez Ramael para interrogarle en Francia no han surtido efecto.
El otro procesado es Jean-Tony Oulai, que se presenta como ex capitán del Ejército marfileño y al que ciertos testigos acusan de haber supervisado el secuestro de Kieffer. Imputado por secuestro en enero pasado en Francia, está libre bajo control judicial.
Al denunciar dos años de ‘opacidad’ en el caso, Reporteros Sin Fronteras pidió a Francia y Costa de Marfil ‘un gesto fuerte’ que haga progresar la investigación y afirmó que ‘es hora’ de que ‘multipliquen esfuerzos concretos’ para esclarecer el asunto.
