Susana Mendoza (Periodista Digital).-Esperanza Aguirre ha recibido críticas desde el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid por la contratación de Norman Foster para diseñar los principales edificios de la futura Ciudad de la Justicia en lo que califican como elección “a dedo”, sin ningún tipo de concurso público.
Según publica el Confidencial.com, el concurso público al que se han presentado diferentes empresas para la adjudicación de la primera parte de la Ciudad de la Justicia, ubicada en el PAU de Valdebas, sí se realizó el correspondiente concurso con la elección de la empresa española Frechilla & López-Peláez Arquitectos, SL.
Contratación «digital»
Como apunta El Confidencial, cuando se esperaba un nuevo concurso para licitar la construcción, la Comunidad de Madrid recurrió a la contratación directa de Foster, quien según el diario digital ni siquiera se había presentado como concursante.
El Confidencial acusa a Esperanza Aguirre de urdir un ardid para “adjudicar a dedo” con:
La utilización de la sociedad Campus de la Justicia SA que, como empresa pública mercantil, puede contratar directamente sin ceñirse a la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. Pero, ¿qué tiene de “mercantil” una empresa pública cuya función es desarrollar el suelo y los edificios de la Ciudad de la Justicia?
El presidente del Colegio de Arquitectos, Ricardo Aroca Hernandez-Ros, en una carta al consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, afirma que los métodos utilizados por la presidenta de la Comunidad de Madrid no son lícitos ya que según Aroca, “estos modos de contratación aportan a la vida pública poca confianza”. Además, como publica el diario, según el arquitecto, Foster ni siquiera será el que diseñe los edificiso, sino que se limitará a poner su imagen:
El proyecto os lo hará un equipo de jóvenes arquitectos españoles [contratados para la ocasión por el propio Foster] en quien no confiaríais si apareciesen a cara descubierta. Por cierto, estudios de tanto renombre y fama mundial como el suyo sí se presentaron y no fueron premiados… son los riesgos de competir en un marco abierto y justo.
El ambicioso proyecto de Aguirre, afirma El Confidencial, consistirá en agrupar en 300.000 metros cuadrados los órganos judiciales más importantes (menos el Supremo, la Audiencia Nacional y el Constitucional) y para ello ha querido que el proyecto fuese diseñado por “el arquitecto más importante de la actualidad”.
