Susana Mendoza (Periodista Digital).-El Gobierno británico está harto de tener que acarrear con las consecuencias de los juerguistas autóctonos, que aprovechando las ofertas de las líneas aéreas de bajo coste, vuelan todos los fines de semana al extranjero para literalmente “correrse una juerga”, y acaban metiéndose en problemas; para evitar el gasto público que suponen, el Gobierno hará pagar los gastos consulares a estos “desmadrados”, que eligen principalmente destinos españoles como Barcelona o Palma.
Como publica The Times, el Gobierno ya ha tenido suficiente; y es que las juergas exprés le cuestan al erario público británico millones de libras al año.
El Comité de Cuentas Públicas afirma que el personal del consulado tiene que pagar la fianza de grupos de borrachos cada vez con más frecuencia y también ayudar a los que acaban heridos o se quedan sin dinero. Pero esto se va a acabar con la decisión del Comité de Cuentas Públicas de hacer pagar a sus ciudadanos los elevadísimos costes de sus desmanes y jolgorios.
A pesar de que los consulados británicos pueden cobrar unas ocho libras la hora por atender a sus ciudadanos, esta es una medida que según The Times rara vez se aplica. El año pasado esta medida se aplicó sólo en 323 casos de los 84.000 que acabaron recurriendo a los servicios consulares.
Irresponsables tarambanas
La culpa de todo esto, además de la irresponsabilidad de los tarambanas, la tienen las líneas de bajo coste que han popularizado las juergas de una sola noche sobre todo para las “stag o hen parties”, o sea las despedidas de solteros/as. The Times indica que la mayoría de las peticiones de ayuda del año pasado eran:
Sobre todo peticiones sobre dinero robado o perdido, un tercio tenía que ver con enfermedades o heridas y un cuarto de las solicitudes era por arrestos principalmente por borracheras y desórdenes. El portavoz de la Oficina del Extranjero afirma que además muchas de las fiestas estaban mal organizadas. Sólo el 31 por ciento de los juerguistas traía una copia de su pasaporte y casi la mitad no tenía seguro de viaje.
La Oficina del Extranjero, como dice The Times, no tiene un recuento exacto de los incidentes de las fiestas, pero alrededor de unos 3500 británicos mueren en el extranjero al año, unos 4000 acaban en hospitales y unos 6000 están detenidos en cárceles foráneas.
El año pasado, según cálculos del Egg online Bank, los británicos gastaron unos 430 millones de libras en estas farras en el extranjero, siendo los destinos preferidos, según The Herald, España en primer lugar con Barcelona y Palma, luego Praga en la República Checa y Dublín. También otros destinos marcados como Top juega en Europa son Ámsterdam, París y las Islas Griegas. Es una pena que con destinos tan interesantes, estos “turistas de la juerga” no puedan recordar casi nada al día siguiente.
