(Felipe Valdés, Periodista Digital).- El rumbo que está siguiendo la televisión es una «mierda» para Cayetana Guillén Cuervo, pero ella seguirá ahí, en Televisión Española. La presentadora de “Versión Española” no escatimó en críticas a la cajita de los rayos catódicos. «Se están cruzando límites que faltan a los derechos más básicos del ser humano».
Consultada sobre su opinión respecto del nivel de la actual televisión en España, su respuesta comenzó con una pregunta: «¿tengo que ser diplomática?». De ahí para adelante se tiro en picada contra el rumbo que ha cogido la cajita mágica:
«Es una pena, porque el camino que se está tomando para
llenar los contenidos de un medio tan poderoso me parece una mierda. Un camino que ayuda muy poco a construir buenos valores y gente maja, y eso cuesta generaciones enteras recuperarlo. Se están cruzando límites que faltan a los derechos más básicos del ser humano, derechos constitucionales, como el derecho a la intimidad, al honor (aunque esta palabra suene tan antigua y tan cerca) o a la mínima dignidad humana».
E hizo hincapié en su afición a los tacos:
«Todo vale, y en la convivencia entre los seres humanos no puede valer todo, porque eso siempre es a costa de alguien. Y debemos cuidarnos un poquito los unos a los otros en la medida de lo posible, porque vivir es muy jodido. Perdonad los tacos. Me siento mucho mejor si los utilizo».
Guillén Cuervo formuló estas declaraciones durante un encuentro digital que mantuvo en el pais.es el pasado viernes. No faltó quien le preguntó por antiguos rumores sobre un romance con el mismísimo José María Aznar:
«Todavía no doy crédito… Fue como una pesadilla que iba creciendo, y comprobé cómo disfruta el ser humano haciendo daño, sin medir las consecuencias. Ahora ya soy capaz de hablar de ello con sentido del humor, pero lo pasé fatal. Sobre todo por el contenido político de la historia. Joder! Que era el presidente del gobierno, y del PP, y no un futbolista o un cantante… Muy fuerte».
Finalmente, confirmó que continuará en Televisión española.
