(PD).- El mundo televisivo andaba revuelto en Italia. Se acusaba a Berlusconi de haber favorecido a la productora Mediaset desde el Gobierno, violando la ley, pero la Autoridad Antimonopolio de Italia ha anunciado que el primer ministro en funciones «no violó» la ley sobre conflicto de intereses en el caso de las contribuciones para la compra de decodificadores de televisión.
Esa norma de contribuciones para la compra de decodificadores de televisión fue introducida, según cuenta El País, en la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2006 por el Gobierno de Berlusconi.
Algunos parlamentarios anunciaron en diciembre de 2005 que esa norma suponía un conflicto de intereses, ya que el primer ministro es, al mismo tiempo, propietario de Mediaset, uno de los principales grupos de televisión de Italia y que se podía ver beneficiado por ella.
La Autoridad Antimonopolio (Antitrust) señala que:
«Ha tenido que evaluar si existía en la norma un privilegio específico a favor de Mediaset y en contra de otras televisiones (en territorio italiano)».