(Periodista Digital)-. Es la gran obsesión de los políticos, incluido el presidente Zapatero, pero apenas el 55% de los ciudadanos acudirá a votar este 18 de junio. A la hora de la verdad, sólo uno de cada tres catalanes respaldará el nuevo Estatut.
«Un Estatuto sólo para unos pocos» es una radiografía estadística de la situación política en Cataluña, en un año clave, por el referéndum sobre el Estatut y las elecciones anticipadas.
El sondeo, avalado por el Catedrático de Sociología Ricardo Montoro, es el primero de una serie de análisis y sondeos políticos y sociales sobre la actualidad en Cataluña, que publicará en las próximas semanas la revista Época .
Del análisis realizado por el semanario se desprenden conclusiones que ofrecen una visión poco halagüeña para los socialistas. Estos datos confirman que el 82% no ve a Maragall como líder. Además, el nuevo texto tiene una aceptación del 44,4%. La mitad del apoyo que recibió el Estatuto de Sau de 1979 (88%).
Con estas cifras es lógico pensar que entre los partidos que apoyan y piden el «Sí» no cuentan con pleno apoyo de sus votantes. Así los simpatizantes del PSC darán su aprobación sólo el 54,2%, mientras que entre las filas de CiU lo harán el 47,1%.
Esto complica las cosas para el extinto tripartito y especialmente para Maragall. Tras unas elecciones, de confirmarse estos datos, sólo cabrían dos opciones de Gobierno: tripartito con ERC, o alianza PSC-CiU. En este último caso, muy probablemente la formación de Arthur Mas podría liderar la Generalitat.
Lo más llamativo es el escaso respaldo que obtendrá el nuevo Estatut. Unicamente el 34’9% votará «Sí» en la consulta del próximo 18 de junio, es decir, lo apoyarán dos de cada tres catalanes.
El Estatut no despierta entusiasmos ni siquiera entre las filas del PSC y de CiU. De los primeros sólo lo apoyará el 54’2% y el respaldo de los votantes de Convergencia no llega a la mitad (47’1%).
En cualquier caso, el nuevo texto tiene un nivel de aceptación (44,4%) muy inferior al Estatuto de Sau (1979), q ue obtuvo el 88% de votos afirmativos.
Tensión interna en los partidos
El sondeo de la revista Epoca refleja además las tensiones internas que el Estatut genera en los partidos, que tienen problemas en sus bases electorales de cara a la cita con las urnas.
Así, resulta llamativo que el 57% de los votantes del PP no compartan la posición a favor del No. Lo cual es un ejemplo de esquizofrenia regionalista, y revela que no hay sintonía entre el electorado popular y la doctrina oficial del partido.
La encuesta ofrece a los lectores una radiografía del nivel de liderazgo en Cataluña.
Los datos son muy elocuentes:
A la pregunta ¿Quién preferiría que fuese presidente de la Generalitat? Ningún dirigente político recibe un apoyo especialmente significativo. Así, el más citado, Maragall, sólo alcanza el 18’3%, es decir que el 82% no lo ve como líder. Los demás tienen niveles ridículos (Montilla, 3%); (Carod 7,4%), (Durán 4’9%) (Piqué 5’1%). Y sólo Artur Mas llega a un 17,7%, pero detrás de Maragall.
Sin embargo, el mapa político no va a cambiar sustancialmente en las elecciones. Según los datos de la encuesta, la estimación de voto anuncia muy pocas variaciones.
CiU sería el partido más votado con 47 escaños y seguiría PSC con un escaño más. ERC, la tercera formación, perdería un escaño. Las opciones de gobierno se reducen a dos. O bien una alianza PSC-CiU o bien un Tripartito, con ERC con la llave de la gobernabilidad.
LA ENCUESTA
¿Cómo valora la actual situación política catalana?
Desde la última crisis abierta en el Gobierno catalán tras la expulsión de los consejeros de ERC, Cataluña vive un momento convulso de inestabilidad política.
Por ello, no es de extrañar que el 42,3% de los catalanes encuestados califiquen la actual situación en esta comunidad autónoma como mala o muy mala.
Sin embargo, tampoco es desdeñable el hecho de que 1 de cada 4 catalanes han calificado este momento como bueno o muy bueno (29,4%).
La posición intermedia clásica, que suele ser la que atrae mayores porcentajes, es abrazada tan sólo por un 23,8% de los sondeados, lo que deja patente que los catalanes no dudan en pronunciarse abiertamente sobre el tema y tomar partido.
Como no podía ser de otra manera, los más críticos con la situación que se está viviendo en Cataluña son los votantes del Partido Popular (PP).
El 66,6% la califica como mala y tan sólo el 12,6% entiende que es buena.
Los simpatizantes de Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) están, esta vez, bastante de acuerdo a la hora de valorar el ambiente que se respira en Cataluña. El 49,8% de los votantes convergentes consideran la situación como mala, y un 24,6%, como buena.
Para el 47,3% de los republicanos de Esquerra el momento que se vive es malo, en contraposición al 23,6%, que lo califica como bueno.
La nota discordante la ponen los votantes del Partido Socialista de Cataluña (PSC) a los que la reciente coyuntura les ha supuesto un soplo de aire fresco.
Así, el 40,7% piensa que el momento que se vive en Cataluña es bueno, frente al 35% que cree que es malo.
Estas cifras dejan patente que a los votantes del PSC les estorba ERC y que, aunque sea relativamente, están aplaudiendo su marcha del Govern.
¿Está de acuerdo con la expulsión del Gobierno de ERC?
La expulsión de ERC del Govern es aplaudida por el 48,1% de los encuestados, que se muestra muy o bastante de acuerdo con esta salida.
En el otro extremo, un 31,7% reconoce estar poco o nada de acuerdo.
Analizando la opinión de la diferentes tendencias políticas, se observa que el 52,8% de los votantes del PP está de acuerdo con la medida.
Pero la alegría es aún mayor entre los simpatizantes del PSC. Un 61,3% está de acuerdo frente a un 20,3% que se muestra contrario a la salida de los republicanos.
Los votantes de ICVEU-IA se debaten equitativamente entre el acuerdo (un 47,6%) y el desacuerdo (un 45,6%).
Como era de esperar, la situación se invierte entre los afines a Esquerra Republicana.
Un 65,1% se muestra en desacuerdo con esta situación, frente al 28,6% que acepta la expulsión como algo lógico.
¿Qué opina de la convocatoria de elecciones anticipadas?
Los catalanes lo tienen bastante claro. El 66,3% está muy o bastante de
acuerdo con la decisión de convocar elecciones anticipadas.
El 19% dice estar poco o nada de acuerdo y tan sólo el 4,5% se refugia en el NS/NC.
Los votantes del Partido Socialista de Cataluña son los que menos de acuerdo están (25,1%), posiblemente por el miedo a perder el control del Gobierno catalán.
En general, para el resto de votantes de las diversas formaciones políticas las diferencias a favor son muy grandes y tan sólo un 14% se opone tangencialmente a la convocatoria anticipada de elecciones.
Estos resultados reflejan la esperanza con la que los diferentes partidos políticos ven una nueva cita con las urnas.
Todos desean la disolución para probar suerte en unos nuevos comicios.
¿Cuál será su voto en el referéndum del 18 de junio?
Sólo 1 de cada 3 catalanes dice que irá a votar y dirá sí (el 34,9%). Un porcentaje extremadamente bajo para una cuestión de esta envergadura.
Tampoco están muy sobrados los partidarios del no: tan sólo el 14,4% dice que irá y votará en contra.
Los que han decidido abstenerse son el 11,7% y hay un 26,8%% de indecisos.
Un punto de partida endeble tanto para quienes propugnan el sí como para quienes propugnan el no. Ante estos datos de arranque, parece claro que el sí triunfará sobre el no (casi no hay precedentes de referéndums perdidos por quien los convoca en una sociedad democrática).
De ahí que el juicio final político sobre la consulta caerá sobre la participación, porque, aunque se apruebe, no es igual contar con un respaldo plebiscitario elevado que menguado y alicorto.
Haciendo una proyección de las opciones sí, no, nulo y blanco, se puede estimar la participación en el 55,4%.
Por contra, sumando los que dicen que no votarán, que todavía no saben qué harán y los no sabe/no contesta, la abstención se situaría en el 44,6%.
Conviene precisar que las participaciones estimadas en las encuestas siempre resultan más altas que las reales.
Eso se debe a que es gratis decirle a un encuestador que se va a ir a votar; incluso es de mal gusto no decirlo así. Puede haber una desviación que llegue a los 10 puntos. En cualquier caso, una participación razonable se mueve en la horquilla 55-60%.
De los datos obtenidos en la encuesta, la proyección más positiva y optimista a favor del sí, indica que el Estatuto podría ser aprobado por el voto afirmativo de 2,3 millones de catalanes, algo más de la mitad del censo electoral.
No parece un horizonte magnífico para los defensores del Estatuto. Desde luego, se confirma que este Estatuto ha desunido a los catalanes.
