El Servicio Secreto Alemán pide perdón por el espionaje a la prensa

(PD / Agencias).- El presidente del Servicio Federal de Inteligencia Alemán (BND), Ernst Uhrlau, se ha disculpado por el espionaje a que fueron sometidos durante años periodistas y medios de comunicación por parte de agentes de ese organismo.

Las disculpas han sido la respuesta después de que se haya publicado un informe sobre este caso por el Parlamento alemán (Bundestag).

Según un informe del ex juez del Tribunal Supremo alemán Gerhard Schaeffer, solicitado por la Comisión de Control Parlamentario (PKG) del Bundestag, los actos de espionaje contra periodistas fueron ilegales y atentaron de manera desproporcionada contra la libertad de prensa.

El informe distingue cuatro tipos de contactos entre los servicios secretos y la prensa. El primero de ellos se refiere a la convocatoria a reuniones en las que se ofrece a los periodistas especializados información general.

Además, existen casos en los que informadores abordan a los servicios secretos para contrastar informaciones obtenidas por otros conductos y otros en los que se dan intercambios de información entre las dos partes.

El informe constata también la existencia de casos en los que los que periodistas y otras personas colaboraron con los servicios secretos observando a otros periodistas y a medios de comunicación, con el propósito de desenmascarar «topos» que proporcionaban a la prensa informaciones confidenciales.

Estas últimas medidas, según el informe, son las que en su mayor parte fueron ilegales puesto que a través de ella los servicios secretos atentaron contra la libertad de prensa y contra derechos de terceros.

El informe Schaefer tenía que haber sido confidencial pero, después de que se filtraron a los medios algunos pasajes, la PKG optó por hacerlo público en su totalidad aunque sin ofrecer las identidades de los periodistas implicados.

El Gobierno alemán, tras la publicación del informe, sostiene que los actos de espionaje contra periodistas sólo pueden explicarse porque algunos agentes conservaron:

«Modos de pensar y métodos que habían surgido en los años de la bipolaridad»

y asegura que la cancillería no tuvo informaciones acerca del seguimiento de periodistas por parte del BND hasta noviembre de 2005.

El Gobierno ha ordenado abrir procesos disciplinarios contra los responsables de algunos de los casos concretos que son mencionados en el informe, y la Federación Alemana de Periodistas (DJV) ha considerado los hechos como un ‘atentado contra la libertad de prensa’ garantizada por la Constitución.

«Tanto el número de colegas espiados como la forma y la intensidad en que se obtuvieron informaciones muestran que el NMD ha perdido todo respeto por la libertad de prensa y por el papel especial que desempeñan los periodistas en un estado democrático»

ha declarado el presidente de la DJV, Michael Konken.

Konken ha criticado también con dureza a los periodistas que habían trabajado con los servicios secretos:

«Quien trabaja como periodista para un servicio secreto, no tiene ya nada que ver con el periodismo».

En el ojo del huracán desde principios de mayo

Como ya publicamos en Periodista Digital, la consigna que recibían los servicios secretos alemanes era clara: prohibido utilizar a los periodistas como fuente de información. Queda prohibido, pues, desde la vigilancia de periodistas a gran escala, hasta la búsqueda de «chivatos» dentro del gremio. La orden recibida provenía de la Cancillería alemana.

El de por sí polémico espionaje del BND, la Inteligencia alemana, se le imponía la orden, «ni siquiera cuando sirvan a la protección nacional», explicó este lunes un portavoz del Gobierno en Berlín, según explica Úrsula Moreno en El Mundo.

Hablaba por el ministro de la Cancillería, Thomas de Maizière, encargado de supervisar las tareas de los servicios secretos alemanes, que desde principios del mes de mayo volvían a estar en el ojo del huracán.

El escándalo fue desvelado por el Süddeutsche Zeitung. El rotativo muniqués se hizo eco de un informe confidencial que desvela prácticas en el seno de los servicios secretos alemanes que van desde la vigilancia de periodistas a gran escala, hasta la búsqueda de «chivatos» dentro del gremio, dispuestos a revelar actividades y fuentes de sus compañeros.

El dosier está siendo estudiado por la comisión de control parlamentaria, la misma que se lo encargó a un ex juez del Tribunal Supremo, Gerhard Schäfer. En un sótano insonorizado del edificio parlamentario se reúnen mensualmente los diputados que integran la comisión y en cuyas manos está decidir ahora si hacen públicas las informaciones, como solicitan desde todos los partidos políticos.


ENLACES RELACIONADOS

Alemania prohíbe a los espías utilizar a periodistas como fuente

El Gobierno alemán pide explicaciones a Inteligencia por el supuesto espionaje a periodistas

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído