Yesica Jiménez(Periodista Digital).-La prensa rosa ha traspasado barreras. Podríamos decir que la cobertura mediática a cerca de la muerte de Rocío Jurado forma parte de la lista negra del periodismo amarillo. No sienten vergüenza ni respetan la vida íntima de los famosos ni cuando van a morirse.
El Gobierno solicita a los medios que reflexionen sobre la cobertura que han llevado a cabo durante la enfermedad y fallecimiento de la Chipionera. La vicepresidenta, Teresa Fernández de la Vega opina:
«Siempre hay que hacer compatibles esos dos ámbitos que son distintos, pero que desgraciadamente en la mayoría de las ocasiones prima la información, el deseo de los medios de transmitir imágenes, respecto a lo que es el derecho a la intimidad» (…) «Tener una vida pública no está reñido con el derecho a que se respeten los momentos íntimos».
La batalla de las audiencias obliga a los medios competir sin medida y han dejado de lado la ética periodística en favor del interés público. Y es que, la voluntad de los televidentes manda. El empeoramiento de la tonadillera dio el liderazgo a Telecinco con una cuota de pantalla del 30 por ciento.
CALVO Y SU METEDURA DE PATA
La «reflexión» viene bien para refrescar la memoria. Porque no hay que olvidar las declaraciones de la ministra de Cultura Carmen Calvo el pasado mes de mayo en la Feria del Libro. En este caso fue la familia quien subió al estrado para desmentir que Rocío Jurado había sufrido un infarto cerebral y estaba en las últimas. La ministra tuvo que pedir disculpas públicamente para poder enmendar el tremendo error
