Hoy me tiro por lo público en general. O sea, en radio por RNE: la nacional, la de todos. Acaba de terminar la tertulia y Julio César Iglesias propone a sus oyentes que le cuenten cómo han conocido a sus parejas. Mañana es San Antonio. Por estadística de lo escuchado, sin embargo, la ciudadanía más cree en la utilidad del ciber que en el buenhacer del santo. El mundo es más global que nunca y se sabe que Internet está plagado de corazones que buscan y que, cada vez más, encuentran.
Julio César Iglesias continúa en las mañanas con su magacin de Radio 1. Desde las diez de la mañana, Buenos Días coge el camino de la noticia ligera y del humor. Por allí andan Mariano Mariano, Luis Figuerola-Ferreti y Carlos Latre.
El día de San Antonio, se repite año tras año esa tradición que consiste en que las modistillas van y meten la mano en una pila, llena de alfileres, y dependiendo del número de alfileres que se queden pegados en las manos significa los novios que van a tener a lo largo del año. El método no es muy fiable y por eso han celebrado en Barcelona el salón del «single», que es como una gran fiesta de solteros, separados, divorciados, viudos,… todos ellos bucando pareja. Han asistido más de 30.000 personas.
Iglesias, que es director y presentador, se ha aperrado en que le pongan el tema «marcianita«. Pero nada. Ha tenido que se una oyente la que se arrenque a capella:
Ignorada marcianita,
aseguran los hombres de ciencia que en diez años más
tú y yo estaremos tan cerquita
que podremos pasear por el cielo y hablarnos de amor.
Hoy estoy llamado a cumplir con Hacienda. Necesito sentir un efecto boomerang de lo contribuído. Conforme me acerco al edificio le exigo a la emisora más y más. Julio César Iglesias y Mariano Mariano no tienen la culpa. Lo sé y me lo repito mil veces. Me llaman a la mesa a la vez que Paco Clavel desempolva sus discos. Total: me toca pagar, pero poco. Andorra puede esperar. Julio César, adelante…
