Maragall y Zapatero en Montmeló

Maragall y Zapatero en Montmeló

Lo mismo que en Montmeló, los políticos catalanes han terminado la Gran Carrera del Estatut a volteretas. La actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos en Cataluña hace mucho dejó de tener como fundamento a su ciudadanía y hoy, cuando ya se veía la línea de meta, se han volteado y se han dado cuenta de que en la parte de atrás de sus motos no había nadie. Desde el principio de la competición esta ciudadanía decidió saltar a seguir dando vueltas en el complicado trayecto de estos políticos.

El Partido Popular y Ciutadans ya estaban en el suelo desde antes de que empezara la carrera. Pero hoy observan satisfechos que, después de casi tres años rodando, CIU chocaba contra el PSE y éste contra ERC para terminar todos con la dentadura clavada en el asfalto. La SER ha saltado a la pista con el botiquín para retirar a los muertos y adecentar a los heridos.

Más de cinco millones de catalanes debían acudir este domingo a las urnas para decir sí o no a un nuevo marco legal que regule la convivencia de todos en Cataluña. No ha llegado a la mitad los que han decidido que el Estatut de Maragall y Zapatero vale más que dos horas de playa. Un 51% que pasa de ser nación, realidad nacional o más comunidad autónoma. De la otra mitad, tres de cada cuatro han dicho que sí. El resto, no.

La nueva estrella de la SER, Carles Francino, se ha puesto al frente del especial que sobre el referéndum han preparado en la emisora.

Hay dos líneas de interpretación bastante evidentes, o al menos me lo parecen a mí:

Una. Que el Partido Popular sale claramente derrotado después de muchos meses del discurso del no, de una oposición rotunda a este proyecto del referéndum del Estatut.

Otra. La abstención no es un fenómeno que pueda ignorarse ante el cual los políticos catalanes o españoles puedan mirar hacia otro lado. Si no que debería preocuparles y deberían sacar sus propias conclusiones.

Los tertulianos siguen las mismas líneas de interpretación. Las idénticas. Saben que el Partido Popular y los medios anti van a clavarles la estaca de la abstención en el corazón constantemente.

Mariano Rajoy, mientras, se pone satisfecho delante de las cámara y los micrófonos para repitir la consigna: «Dos de cada tres ciudadanos de Cataluña no ha respaldado el Estatut». Los tertulianos que acompañan a Francino dejan escapar risas nerviosas tratanto de rechazar los argumentos y la realidad. No sólo en Ferraz esta noche hay desazón y nervios. También en la Gran Via madrileña.

Maragall, pues, ha perdido en la competición la cabeza. Correrá desquiciado como un pollo decapitado hasta que suelte su último hálito político. La Ser trata de encajar la cabeza en el cuerpo a base de mercromina y tiritas. Pero Pascual Maragall ya ha muerto. Mañana estaré en primera fila de la COPE para ver llegar a Federico. Quiero ver los dos palmos que ha crecido esta noche.

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