Las expectativas de Jiménez Losantos

Las expectativas de Jiménez Losantos

Federico Jiménez Losantos no quiere parar un segundo de pedalear. Pese a que ayer en el Partido Popular, y en parte de su base, se respiraba satisfacción por la escasa participación, el fiero locutor calificaba la jornada de ayer de desastre. Desgracia grande, suceso infeliz y lamentable desde las seis de la mañana hasta las diez. Ni José García Domínguez, ni Cayetana Álvarez de Toledo ni Alberto Recarte ni Isabel Durán ni siquiera su amigo «Euroluis» Herrero han conseguido hacerle ver algo positivo, útil o práctivo en lo ocurrido ayer en Cataluña. Todo es una desgracia.

Varias veces se había repetido desde la Generalitat que si no se llegaba a una participación de al menos un 50% los resultados no serían satisfactorios. Y no se llegó. Eso está muy bien, pero la idea que Federico quiere explicar es la otra: el Estatuto legalmente ha pasado la prueba. Se podrá considerar un fracaso políticamente hablando, pero legalmente la «aberración» ya está aprobada. El último paso, el del referéndum también lo han superado.

Al final lo que se votaba era contra el PP. Han votado pocos pero suficientes. Yo eso es lo que entiendo del Estatuto de ayer. Ahora, lo demás, el tipo de régimen que nace con este Estatuto, la destrucción de la soberanía nacional,… la mayoría de los ciudadanos de Cataluña han pasado, como si no les afectara.

Luis Herrero, que le cedió la silla para pasar a las filas del Partido Popular al locutor fetiche de las mañanas venía optimista.

Yo no entiendo por qué está triste. Yo discrepo y además estoy contento. Lo digo en serio. ¿Qué es lo mejor que podía pasar? A mí me parece demasiado alta esa participación. O mejor, si a mi me hubieran dicho ¿qué quieres que pase? pues que haya muy poca participación. Todo lo que sea baja participación para mí está bien.

No se puede hacer una lectura unívoca de la abstención pero hay un hecho cierto, hay un hecho ineludiblemente cierto en el que yo creo que están de acuerdo todos, unos explícitamente, otros tácitamente, y es que la gente ha pasado de este asunto. Lo que no quiere decir, don Federico, que la gente pase de otros asuntos…

Jiménez Losantos, erre que erre, supura pesimismo,

Por ejemplo, de la playa no pasaron.

La influencia de Federico Jiménez Losantos sobre buena parte de la sociedad informada de este país es inmensa. Ayer el partido bailaba sardanas conforme se iban recogiendo los resultados de la participación. La satisfacción era notable entre la derecha teniendo en cuanta sus expectativas. Federico aulla porque no comprende por qué la derecha española se pone siempre la valla tan baja. Él pedalea y pedalea. Aspira siempre a otras cimas. Y cada vez le sigue un pelotón más nutrido.

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