Asesinan a un periodista sueco en la capital de Somalia

(PD/Agencias).- El periodista sueco Martin Adler fue asesinado ayer en Mogadiscio de un disparo en la espalda hecho por un hombre no identificado, mientras cubría una manifestación.

Adler, camarógrafo de televisión del canal británico «Channel 4», murió de la herida de bala que le disparó sin previo aviso el desconocido, que se le acercó por la espalda, mientras estaba filmando una manifestación promovida por la Unión de Cortes Islámicas (UIC), en protesta contra el envío de tropas extranjeras para la misión de paz en Somalia.

El periodista murió al instante a causa de una bala que le penetró por el omóplato derecho y atravesó su pecho. Tras el disparo, un grupo de milicianos de las Cortes Islámicas fueron de inmediato a proteger a los colegas de Adler y otros periodistas extranjeros que se encontraban en el lugar.

Otros peridistas fueron testigos de cómo los asistentes comenzaron a correr al oír el sonido del arma, arrollándose unos a otros y dejando tras de sí zapatos, ropa y otras pertenencias.

El llanto de los niños y las mujeres, algunos de ellos tumbados en el suelo aterrorizados sin poder moverse, junto a los gritos del tumulto, crearon una atmósfera de caos. Varios vehículos de las Cortes llegaron en pocos minutos, mientras los líderes de la manifestación ordenaban el desalojo inmediato de los presentes.

El líder de la UCI, Sheikh Sharif Sheikh Ahmed, ha condenado el violento suceso. «Condenamos el incidente y no aceptamos o permitiremos que la situación empeore», afirmó Sharif, quien dijo que «investigaremos el asesinato y encontraremos al criminal».

No ocurría un incidente similar en Somalia desde que, en enero de 2005, la productora de la BBC Kate Peyton fuera asesinada de un disparo en Mogadiscio. A raíz de la muerte de Adler, gran número de periodistas están comenzando a abandonar el país, según confirmaron varios testigos.

Somalia vive una situación de caos desde enero de 1991, cuando los jefes de los clanes tribales, controlados por los «señores de la guerra», derrocaron al régimen del dictador Mohamed Siad Barré.

Las milicias islámicas de la UCI se hicieron con el control de Mogadiscio, tras expulsar de esa ciudad a las fuerzas de la autodenominada Alianza Antiterrorista y de Restauración de la Paz, y ahora controlan también toda la región sur del país, incluida la zona fronteriza con la vecina Etiopía.

El Gobierno de Transición somalí y la UCI firmaron ayer un acuerdo de reconocimiento mútuo y el cese de las campañas militares y el intercambio de acusaciones, un acto considerado por sus líderes como «el comienzo del fin de la paz somalí».

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