Felipe Valdés (Periodista Digital).- Mal momento para Jose Luis Rodríguez Zapatero cuando el dirigente de la ilegalizada Batasuna, Pernando Barrena, recalcó este miércoles que la izquierda abertzale ni condena ni rechaza la violencia de ETA. Esta declaración enturbia las ansias negociadoras del presidente ya que el acuerdo del Parlamento exige que previamente al anuncio de negociación la izquierda abertzale rechace la violencia etarra.
Carmen Gurruchaga recoge lo acontecido en El Desván de ABC y apunta a las sendas mesas que Zapatero anunciará en breve:
«En una se sentará con los terroristas para hablar de `sus cosas´. En la otra, en la política, el invitado de honor será Batasuna, que acudirá a las citas con la hoja de ruta de ETA bajo el brazo».
Conviene recordar llegados a este punto que según el dictamen de la Unión Europea, las dos organizaciones son intercambiables.
Continúa el artículo de la periodista recordando que:
«Los terroristas y sus acólitos han decidido seguir sin acceder a las dos únicas condiciones puestas por los demócratas».
Se refiere aquí Gurruchaga a la condena y el rechazo, que los violentos no terminan de apoyar ( a no ser que lo hagan a través de coces como hicieron dos miembros de ETA en la Audiencia Nacional o de una soflama, como la de Txapote en el juicio por el asesinato de Miguel Ángel Blanco).
El viento no sopla a favor de Zapatero. La sociedad española debería olvidar estos sucesos y otros nuevos que se van añadiendo a esta «condena y rechazo de la violencia» de la izquierda abertzale como el último protagonizado este miércoles en el marco del macrojuicio contra el entramado político-económico-social que apoya a la banda terrorista ETA:
El fiscal preguntaba a Pernando Barrena:
– «¿ Condena la violencia?»
Y el dirigente de la ilegalizada Batasuna argumentó que:
– «La izquierda abertzale lucha para que no exista ningún tipo de violencia…»
– «Vamos, que no»
– «Que no ¿qué?»
– «Que no condena la violencia de ETA»
Barrena contestó finalmente:
– «La izquierda abertzale nunca ha condenado ni ha rechazado la violencia de ETA».
Como bien dice la periodista de La Razón:
«Después de esta afirmación, habrá que estar atentos para ver qué verifica el desconocido verificador oficial del Ejecutivo».
