(PD/AGENCIAS).-El periodista Renato Farina, subdirector del diario Libero, ha confesado hoy haber colaborado con los servicios secretos italianos en un artículo publicado en su propio periódico, en el que afirma que lo hizo para ayudar a la seguridad de Italia, pero calla el posible pago de sus servicios.
Farina declaró ayer durante siete horas ante los fiscales de Milán que lo investigan, en el marco del secuestro del imán Abu Omar, por manipulación en el ejercicio de su profesión.
El secuestro de Abu Omar, ocurrido en febrero de 2003, fue presuntamente perpetrado por agentes de la CIA, en colaboración con italianos, que lo trasladaron a Egipto, donde fue gravemente torturado según el testimonio del imán, preso en una cárcel del país árabe.
Farina ha manifestado hoy en el diario para el que trabaja que:
«Confieso. He dado una mano a nuestros servicios secretos militares, el SISMI»
También ha afirmado «haber pasado» a los agentes de inteligencia las noticias que había recibido.
Farina dice «haber buscado incluso contactos con terroristas«, poniendo a disposición sus conocimientos, pero también su cuerpo «para salvar vidas«, aunque luego, al amparo del secreto de sumario, no indica cuáles son esos posibles terroristas a los que intentó contactar ni las situaciones de peligro en las que estuvo.
Tampoco habla del dinero que el SISMI le pagó, según los datos de la investigación, que apuntan a que recibió por sus servicios dos mil euros en una ocasión y cinco mil en otra.
La Fiscalía de Milán indaga además si él, junto con otro periodista de la redacción, Claudio Antonelli, manipularon para que la investigación del secuestro saliera de las manos de los fiscales de esa ciudad y fuera hacia otras jurisdicciones que consideraban más benignas.
Sobre la teoría de actuar en defensa de los ciudadanos esgrimida, además de por Farina, por los servicios secretos italianos para justificar sus acciones, el diario italiano la Repubblica publica hoy un durísimo artículo en el que se afirma que el SISMI ha mentido sistemáticamente para crear un sentimiento de miedo constante en la población.
Afirma el diario Libero que:
«´La agencia de las fábulas´ (SISMI) ha fabricado una realidad no tanto artificial como amenazadora; un mundo ficticio diferente del real; un mundo imaginado atravesado de kamikazes armados de cianuro para verterlo en los acueductos; de bombas para hacer explotar el metropolitano y las catedrales; de misiles para lanzarlos contra la Basílica de San Pedro'».
Un miedo creado para debilitar el espíritu crítico de la opinión pública mediante el miedo y obtener así recursos impensables y actuar con total autonomía, según explica el periódico.
Precisamente a los servicios secretos italianos se atribuye la fabricación de un informe acerca de la compra de uranio por parte de Irak que el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, usó para decir que el régimen de Bagdad poseía armas de destrucción masiva, pretexto con el que invadió el país árabe.
Por otro lado, la Asociación de Periodistas de Lombardía ha indicado hoy que ha dado un aviso sobre el comienzo de un procedimiento disciplinario contra Farina y Antonelli
