(PD/Agencias).- Una lancha con efectivos de la Guardia Civil surca el litoral de Mallorca, examinando con celo a los bañistas. En la línea de costa, se multiplican los agentes. Si se le preguntara a cualquiera a qué se debe un despliegue de esta magnitud, su respuesta sería sin duda: «El Rey ha de hallarse en las proximidades«.
Y escribe Matías Vallés en Elconfidencial.com, que aun así, mostraría su sorpresa, porque el Jefe del Estado evita la ostentación en materia de seguridad, tan propia de los nuevos ricos y de los cargos políticos. Así, cualquier mallorquín avezado pensaría que tal despliegue sólo es posible en torno a Marivent, un palacio vedado a la navegación aérea, que no suele figurar en los detallados mapas que ofrece Internet, y que es un auténtico fortín.
Pero no, las medidas de seguridad a la altura de un Jefe de Estado y a cuenta del sufrido contribuyente- sirven para proteger las aguas de una piscina ilegal, construida invadiendo la franja costera, y para preservar la hostigada intimidad de Pedrojota Ramírez.
Hasta una veintena de guardias civiles se congregan a diario en torno a su chalé de la Costa de los Pinos –un gotha de apellidos (Castiella, Calvo Sotelo, García Obregón, Luca de Tena) inmerso en la costa levantina de la isla–, y todo ello por temos a que los ecologistas y miembros de la izquierda radical isleña vuelvan a darse un chapuzón en la piscina ilegal del director de El Mundo.
A las fuerzas del Estado se suma la vigilancia privada, también para evitar la repetición de la excursión que el pasado verano llevó a cabo una expedición capitaneada por un diputado de Esquerra Republicana en bañador, cuyo ‘gesto’ ha sido admitido a trámite por el Supremo, que investigará un presunto delito.
Después de un ajetreado trayecto burocrático, la piscina, situada en dominio público, ha sido preservada para uso de su propietario durante los meses de verano por la ministra Cristina Narbona, aludiendo precisamente a las amenazas que penden sobre la seguridad del editor. Esto ha motivado una denuncia, por prevaricación, contra la ministra y ha hecho que el turbio asunto vuelva al Congreso de los Diputados.
Nos hallamos ante un caso de favoritismo bipartidista, porque fue el popular Jaime Matas –president de Balears y por entonces ministro de Medio Ambiente– quien favoreció desde el Ministerio las pretensiones de su amigo. También el socialista Juan Mesquida –hoy director de la Guardia Civil– se mostró complaciente, al igual que su compañera Narbona. En el caso de Mesquida, perdonando a Pedrojota la multa que se le impuso por violar el medio ambiente.
La contrapartida que ha ofrecido el director de El Mundo, es permitir la piscina de los escolares… durante los meses de otoño e invierno, justo cuando están liados con las clases.
Las vacaciones del periodista y de Agatha Ruiz de la Prada se han complicado con la presión, pero se niegan a vender para no dar una satisfacción a su enemigo. Continuará, sin duda.
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El Ayuntamiento de Artà se niega a aceptar el apaño Narbona
ASSUMPTA BASSA (Ultima Hora).- El pleno del Ajuntament d’Artà aprobó el martes por la noche, con los únicos votos en contra del PP, apoyar a los directores de las escuelas de Son Servera por rechazar el uso escolar de la piscina de Pedro J. Ramírez. El uso escolar fue el argumento utilizado por el Ministerio de Medio Ambiente para «privatizar» esta instalación ubicada en la Costa de los Pinos.
La moción presentada por el grupo mayoritario en la oposición, Unió Independent d’Artà (UIA), fue aprobada por el equipo de Gobierno (PSOE y UM) y también por EU-EV. Sólo el PP votó en contra alegando que «si el Ministerio de Medio Ambiente ha dado el visto bueno a la piscina construida hace más de 30 años, nosotros no somos nadie para oponernos».
En la moción se argumenta que «este señor de Madrid pretendía tapar la ilegalidad de su piscina pública ofreciéndola durante cuatro meses a los escolares de Son Servera». Hay que recordar que el proyecto presentado por Pedro J. Ramírez ha topado con la oposición de los directores de las escuelas de Jaume Fornaris y na Penyal del municipio serverí. Tal y como publicó este medio, los dos responsables, Bartomeu Jaume y Antoni Cabrer, manifestaron que no tienen la intención de que los escolares de estos centros visiten la piscina.
En este sentido, la moción aprobada por el Consistorio artanenc considera que los responsables educativos de Son Servera «han puesto un poco de cordura en todo este desbarajuste asegurando que no es lícito utilizar a los niños para dar un toque de legalidad a una instalación del todo irregular».
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