(PD/Agencias).- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Reporteros Sin Fronteras (RSF) instaron a las autoridades en Brasil a efectuar investigaciones a fondo de las muertes de dos periodistas que fueron asesinados la semana pasada.
El 24 de julio de 2006, el periodista independiente de 73 años Ajuricaba Monassa de Paula fue golpeado hasta morir en Guapirimim, estado de Río de Janeiro, informó RSF. Monassa estaba discutiendo con un pariente de Osvaldo Vivas, un consejero al cual había acusado de prácticas administrativas cuestionables. Vivas intervino y comenzó a golpear a Monassa hasta que se derrumbó, según RSF.
Monassa era un escritor independiente para varias revistas y sitios web y era un constante crítico del gobierno municipal, al cual acusó de falta de transparencia y de no cumplir promesas, señaló RSF. Monassa esta afiliado a la Asociación Brasileña de Prensa (ABI) y y era miembro de la oposición local.
En São Bernardo do Campo, estado de São Paulo, Manoel Paulino da Silva fue baleado por hombres no identificados el 20 de julio, informó la SIP. Da Silva era fundador y propietario del periódico «Hoje Jornal», cuyos directores dijeron a la SIP que Da Silva no había recibido amenazas ni publicado información que pudiera haber provocado la agresión.
La policía local dijo que no descartaba la posibilidad de que el asesinato estuviera relacionado con el trabajo de Da Silva como propietario de periódico.
Aunque la Constitución brasileña garantiza la libre expresión y prohíbe la censura, el país es un lugar peligroso para la prensa, dice el Comité por la Protección de los Periodistas (CPJ).
Cuatro periodistas han sido asesinados por su trabajo en los últimos cinco años; la mayor parte de los ataques ocurrieron en el vasto interior del país, donde la corrupción y el tráfico de drogas imperan y con frecuencia los gobiernos locales son débiles. En la mayor parte de los casos, no se ha procesado a nadie.
Recientemente, varios periodistas en Brasil sobrevivieron a intentos de asesinato o recibieron amenazas de muerte. Vilmar Berna, editor de un periódico que cubre temas ambientales en Niterói, Río de Janeiro, ha recibido amenazas de muerte desde mayo, dice RSF.
En su publicación «Jornal do Meio Ambiente», Berna reveló el uso ilegal de redes muy cerradas en la bahía de Río de Janeiro. No fue sino hasta que los medios informaron de las amenazas que las autoridades judiciales locales tramitaron la queja de Berna el 5 de julio, casi un mes después de que la presentó a la policía.
En São Sebastião, unos pistoleros allanaron las oficinas del diario «Imprensa Livre» el 18 de mayo, golpearon a los empleados e incendiaron la tirada de ese día, informan RSF y CPJ.
Los atacantes dijeron a los empleados que el periódico debía dejar de informar sobre el Primeiro Comando da Capital (PCC), una banda local a la que las autoridades han culpado por una ola de violencia en São Paulo que ha dejado al menos 170 muertos desde mayo. El director del periódico dijo que el ataque «no silenciará nuestra línea editorial».
El 2 de mayo, un pistolero disparó dos veces contra el presentador de radio comunitaria Camelo Luís de Sá mientras éste presentaba su programa en la norteña ciudad de Quiterianópolis, estado Ceará, informó RSF.
Los testigos identificaron al pistolero como Antônio Valceni Vieira, hijo del alcalde de Quiterianópolis, Francisco Vieira Costa, un miembro del partido opositor Movimiento Democrático Brasileño.
