Lejos del ostracismo y de las largas jornadas de meditación que imponía el credo, en China el budismo está creando un nuevo perfil de monje moderno: empresario, amante de la tecnología y con teléfono celular.
El centenario Templo Jade Buddha, envió a 15 monjes a realizar un master en Administración de Empresas en la Universidad de Jiaotong y otro grupo se trasladó a la Universidad de Shangai para aprender idiomas extranjeros. Además, acaban de adquirir un restaurante vegetariano, un hotel de cuatro estrellas, un edificio de oficinas de siete pisos y una fábrica de alimentos.
Por su parte, el legendario Templo Shaolin, aprovechó su fama como cuna de las artes marciales y realiza encuentros internacionales y demostraciones de Kung-Fu y colabora con estudios de cine y empresas de video juegos. Además, poseen una fábrica de snacks vegetarianos y té Zen, y varios de sus monjes viajaron a ver la final de la Copa del Mundo Alemania 2006.
Internet también ocupa un importante lugar en sus vidas y es utilizado como una herramienta para expandir sus planes. Hui Jue, Director del Templo Jade Buddha, afirma: “Lo primero que hago en mi trabajo es chequear los emails y navegar. Todo lo que sucede en el templo es procesado online. Ya no existen los papeles”