Como su futura antecesora María Luisa Gabriela de Saboya, la princesa Letizia tiene un temperamento impertinente y obstinado y no permite que facilmente le lleven la contraria. Los que trabajaron con ella cuando todavía era pueblo tienen dicho que su perfeccionismo raya lo enfermizo. Síntomas. Desde que dejara de ser la mano derecha de aquel maltrecho Urdaci hasta hoy, las carnes de la princesa morganática se ha ido consumiendo como las del dómine Cabra hasta conseguir un puesto destacado en el club de famosas que los avispillas llaman de las Lollipops. Remedando la Sonatina de Rubén, Letizia está flaquísima… ¿Qué tendrá la princesa?
La Casa del Rey, a través de una carta al Director del periódico El Mundo, desmintió que la Princesa de Asturias sufra anorexia. Así se planteaba en un reportaje publicado por el diario de Pedrojota y en una columna de Carmen Rigalt. Alegaban que «los autores de los artículos citados se basan en reportajes de prensa extranjera que en ningún momento contrastaron sus afirmaciones con esta Casa«.
La alegre mordedora Carmen Rigalt lo sugería mucho con estas palabras: «Me abstendré de afirmar pues que la Princesa es anoréxica, pero tiene hechuras de anoréxica, y eso es objetivable«. Además, afirmaba que «la Princesa de Asturias merece otro lustre. Si sufre, malo, pero si no sufre y está así por gusto, peor«.
Este lunes, en el espacio rosa, que lo hay, de la Mañana de la COPE Alaska ha leído el titular de una importante revista mexicana
Letizia sufre anorexia. Lo que toda España sabe pero nadie se atreve a afirmar. Son varias páginas y un editorial muy crudo porque termina comparando a la princesa con Lady Di y poniéndolas a las dos en el mismo nivel de víctimas.
Es muy extraño porque no es una revista sensacionalista y yo no sé si se hace eco de algo que nosotros en España ignoramos y se esté diciendo en el extranjero continuamente… Recogen la carta de El Mundo. Comentar que no suelen nunca comentar ni confirmar o desmentir rumores y precisamente a éste le han dado crédito. Yo no había oído nada antes y menos de esta manera tan tajante y publicado.
Resta y sigue. Turno para omóplatos, canillas y huesos varios. «Bea«, que es Beatriz Cortázar hace un inciso
Yo esta mañana he bajado al quiosquo que hay en el propio hotel, yo estoy aquí en Lanzarote, donde estuvieron las infantas y Zapatero, y ahora os voy a contar el enfado que hay…
Otra. El presidente está llenando la prensa del estío él solito con sus trastadas vacacionales.
Aquí están indignados, enfadados, por no decir palabras más desagradables porque él viene aquí y las islas se vuelcan… y no ha querido dar ni una foto, del clásico posado por lo menos, atención que siempre se tiene con la prensa local cuando van a un sitio de veraneo los presidentes de gobierno, la familia real, cualquier personalidad o autoridad… No ha querido hacer ni un posado, ni hacer con su mujer la llegada a La Mareta,… Bueno, pues están indignados.
Entre bromas y veras saltan estas dos pulgas que van a producir un sarpullido intenso por los palacios. La prensa y los lectores españoles ya no encajan la tregua Real de la Transición y quieren ver la ropa en el tendedero de la Casa del Rey. Y de la Mareta de Zetapé. El sinvergüencilla del Guerra, siempre el Guerra, diría que la información atraviesa el periodo conocido como «tó pa´l pueblo«. Pero tó, tó.
