(PD).- El Gobierno prepara una nueva ofensiva contra la alarmante extensión del consumo de alcohol entre los menores. El Consejo de Ministros dio ayer el visto bueno inicial a un anteproyecto de ley que prohíbe el botellón, la publicidad de licores en teles y radios en horario infantil, limita los horarios de venta al público y eleva las sanciones hasta un máximo de 600.000 euros.
Según informan M. Vilaseró y A. Yagüe, hasta ahora solo estaba prohibido anunciar en radio y televisión bebidas de más de 20 grados, pero la nueva norma extenderá el veto a cualquier bebida alcohólica, sea cual sea su graduación, entre las seis de la mañana y las diez de la noche, lo que se considera el horario infantil. Según informa:
«En la prensa escrita, el veto será total en las publicaciones juveniles. En periódicos y revistas, los anuncios deberán limitarse a páginas de lectura no habitual por menores. No podrán insertarse en la portada, la contraportada, en las secciones de deportes ni en los pasatiempos.
También se prohibirá el uso de argumentos, símbolos y mensajes que inciten al consumo, así como el empleo en los anuncios de menores y deportistas o personajes de relevancia pública vinculados con ellos. Tampoco se podrá asociar el consumo con mejoras de rendimiento, éxito en el terreno social, profesional o sexual, propiedades terapéuticas, sedantes o estimulantes».
La práctica del deporte, la conducción de vehículos o la asistencia a espectáculos deportivos tampoco se podrán relacionar con los espots. A modo de ejemplo, según fuentes del Ministerio de Sanidad, el patrocinio de la selección española en el reciente mundial de baloncesto por parte de una marca de cerveza ya no sería posible.
Cerveceros de España, la asociación que agrupa a las empresas del sector, empezó ayer mismo a disparar contra el anteproyecto. la organización rechazan de plano el apartado de la publicidad porque «no se ha constatado que afecte a la variación de las pautas de consumo«.
La mayor parte del alcohol consumido en España no se publicita, apunta la entidad, y pone como ejemplo el calimocho y los combinados. El apartado de la publicidad afecta de lleno a Catalunya, porque la Generalitat tiene escasas competencias en la materia.
La sanción más leve será de 30 euros
El borrador establece una escala gradual de sanciones en función de la importancia de las infracciones. Para las leves (beber en la calle), la multa oscilará entre los 30 y los 600 euros. Las graves serán de entre 601 y 10.000, y las muy graves, de entre 10.001 y 600.000. Las autonomías deberán adaptar a estas magnitudes su cuadro sancionador.
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