De cómo las trampas de Schumi acabaron con un piloto en 1997

(PD).- Fernando Alonso se ha cansado de repetirlo, pero en la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) hacen ojos ciegos a las trampas del heptacampeón mundial de Fórmula 1 Michael Schumacher. Por si no hay ya pruebas suficientes, el piloto argentino Norberto Fontana cuenta cómo él mismo le ayudó a ganar en 1997 «por orden estricta de Ferrari».

Lo cuenta ahora, pasado el tiempo, al diario argentino Olé:

¿Qué pasó en aquella carrera de 1997, cuando Schumacher y Villeneuve definían el título? ¿Tapaste a Jacques?

Y… sí. Ahora que pasó el tiempo, lo cuento. Total, ¿quién se acuerda? Estábamos en el motorhome de Peter Sauber con el masajista y Johnny Herbert, aflojando los músculos. Faltaban dos o tres horas para la carrera. Y entró Jean Todt y fue directo al grano: «Por estricta orden de Ferrari, hay que tapar a Villeneuve si se lo llegan a encontrar en la pista. Toque a quien le toque». Y me tocó a mí. Desde ese año, Sauber recibía motores de Ferrari que luego se llamaban Petronas. Quedé como un pelotudo al final…

Sin embargo, la arrogancia de los grandes no fue diferente en el caso del alemán, que se proclamó campeón y, según cuenta ahora Fontana, «Schumacher nunca me lo agradeció». Para colmo de sus desgracias, aquella maniobra le costó mucho más al piloto argentino:

«Todt, como perdieron el campeonato, se fue caliente de los boxes y nunca más hablé con él. Y, meses después, esa situación me terminó de enterrar con Tyrrell. Craig Pollock, el manager y amigo de Villenevue, compró Tyrrell. Y más allá del dinero que puso Ricardo Rosset para 1998, Pollock me terminó de bajar el pulgar por esa maniobra. Increíble. Pero ya es historia, una anécdota.»

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