(PD).- Este martes, en la COPE, entrevistada por Pedrojota Ramírez y Federico Jiménez Losantos, la presidenta de la Comunidad de Madrid dio buena muestra de sus «habilidades» políticas. Con sangre fría y una sonrisa, Esperanza Aguirre eludió el envite del director de El Mundo para que se pronunciara sobre la tesis conspiratoria que impulsa el diario de la calle Pradillo, en en terrible asunto del 11-M.
Hasta en tres ocasiones la presidenta madrileña evitó morder el anzuelo, que le tendían al alimón Pedrojota y Federico, empeñados en que se pronunciase sobre algunos de los puntos en que que se asienta la “teoría de la conspiración” sobre el 11-M.
Los dos periodistas cargaron y con reiteración, en el embrollo de los los explosivos:
“Pues yo es que desconozco quién lo dice, ni cómo lo dice”.
“El juicio no ha empezado”.
“Yo es que no soy una experta ni sé si eso se puede saber o no se puede saber”.
No obstante, Aguirre respaldó las investigaciones periodísticas sobre los atentados, tal y como figura en la conversación que reproduce El Confidencial:
Pedro J. Ramírez: ¿Como presidenta de Madrid usted se puede quedar conforme con que a estas alturas se nos diga que es imposible saber el tipo de explosivos que estalló en los trenes?
Esperanza Aguirre: Pues yo es que desconozco quién lo dice ni cómo lo dice.
PJR: El jefe de los TEDAX ante el juez del Olmo.
EA: El juicio no ha empezado.
PJR: Le digo ese aspecto en concreto. ¿Podemos quedarnos intelectualmente conformes con que se nos diga nunca se sabrá qué sustancia estalló en los vagones y por lo tanto causó la muerte de 192 madrileños?
EA: Yo es que no soy una experta ni sé si eso se puede saber o no se puede saber. Pero yo no me quedo intelectualmente satisfecha si no se esclarece el fondo de la cuestión, la verdad de todo esto. Y para ello fuerzas y cuerpos de seguridad, jueces, fiscales pero también investigaciones periodísticas. ¿Por qué hay que descalificar las investigaciones periodísticas? Es todo lo contrario, sobre todo en un país como este.
Tras menospreciarla durante mucho tiempo, considerando que carecía de calado político, el Gobierno Zapatero ha empezado a temer a Esperanza Aguirre.
No sólo porque podría convertirse en la candidata presidencial del PP, si fracasa Mariano Rajoy, sino porque es cada día más popular, sabe hacer daño y parece cada día más firme en la Comunidad de Madrid. Se trata de cortarle el paso y en eso, casi todo vale. Incluso aplicar una mordaza a una parte de Telemadrid, impidiendo por todos los medios que el segundo canal autonómico, La Otra, emita en Madrid.
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