Las veleidades del cariño de los periodistas

Elena de Regoyos (Periodista Digital).- Garzón, Pedrojota, Zarzalejos… Las batallas judicial y mediática se entremezclan y tiñen las páginas de información de los diarios nacionales, vistiéndolas de opinión. Este lunes se esmera ABC en Nacional, con un extenso y documentado análisis sobre los amores y desamores `políticos´ de su rival Pedrojota Ramírez.

Firma Pablo Mingote este detallado análisis de las páginas de Nacional de ABC, que titula «Del halago al vilipendio». Se refiere a los sentimientos del director de El Mundo, Pedrojota Ramírez, por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón:

«Antes, Pedro José Ramírez quería a Baltasar Garzón, le apreciaba y, a tenor de lo escrito en sus libros, le consideraba incluso un amigo. De la mano caminaron en el caso de los GAL, cuando el periodista se lanzó en su particular cruzada contra el ex presidente del Gobierno Felipe González y la cúpula del Ministerio del Interior. Una lucha en la que los caminos del diario «El mundo» y del juez de la Audiencia Nacional iban parejos.

No es de extrañar, por tanto, que a muchos les hayan sorprendido las virulentas críticas que desde «El mundo» se han dedicado a Garzón después de que el magistrado imputase una presunta falsedad documental a tres peritos policiales.»

Para orientar al lector despistado, Mingote explica los motivos de tal desencuentro entre el periodista y el juez:

«Esta circunstancia afectaba de manera directa al diario de Pedro José Ramírez y a la campaña en la que éste se embarcó ya el 11 de marzo de 2004.

El «caso del bórico» ha desatado las iras de Ramírez, que no está dispuesto a que su otrora amigo y aliado desmonte los argumentos de los que se sirve su periódico cada día para continuar exprimiendo hasta la saciedad el 11-M.»

Esta singular nota de ABC forma parte de la actual batalla contra El Mundo en la que su director, José Antonio Zarzalejos, se ha visto obligado a entrar. Desde hace tiempo ABC y Zarzalejos vienen siendo atacados ferozmente y desprestigiados tanto en las páginas del diario de Pedrojota como en el programa de Federico Jiménez Losantos, en la COPE, de quien tampoco se olvida el redactor esta vez:

«La presión al magistrado ha sido tal que se ha visto obligado a pedir el amparo del Consejo del Poder Judicial por las palabras con las que «El mundo» y el locutor Jiménez desde la Cope se han desquitado en los últimos días.»

Como si de una pareja de lucha se tratara, Ramírez y Jiménez se esmeran diariamente en sus ataques a los objetivos comunes bien definidos. Por un lado el PSOE y los políticos catalanes, por otro el juez Garzón, al que tantos halagos dedicó Pedrojota en otros tiempos y, por último, Zarzalejos, cuyo diario se han propuesto aniquilar para quedarse con todo el público de centro-derecha para El Mundo y la cadena COPE.

PEDROJOTA MANDA A GARZÓN «AJO Y AGUA»

Pero como por la boca muere el pez, este artículo de ABC demuestra que Pedrojota no halaga más que a quien le interesa, según le acompañe o no en sus teorías del momento. Lo demuestra Pablo Mingote con una recopilación de alabanzas e insultos de Pedrojota a Garzón, los primeros de aquellos tiempos en que le interesaba su acción judicial contra el GAL, lo segundo ahora, que el juez no acompaña su teoría de la Conspiración del 11M. Estos son sólo dos ejemplos:

«Baltasar Garzón ha guiado con destreza la relampagueante trayectoria del arma justiciera, dibujando en la pizarra de la historia uno de los más memorables guiones torcidos de Dios».

«Todo esto ha sido perpetrado… por un juez que actúa sin competencias, por la noche y en secreto, con evidente mala fe, y habrá que comprobar también si con afán coactivo y de manera ilícita».

El propio Pedrojota ironizaba este domingo en su Carta del Director (€)de El Mundo con las quejas de Garzón sobre la presión recibida de la prensa:

«A mí no me gusta que en ningún periódico, y menos aún en el nuestro, se ridiculice la apariencia física de nadie o se incurra en la exageración de etiquetar su conducta como «nazi», pero coincido con Hernando en que parece inverosímil que tal licencia de un columnista -y ese pellizco de monja es lo más fuerte que se ha escrito sobre Garzón en estos días- haya llegado realmente a inquietar su «independencia» o menos aun a «perturbar ferozmente» -como él mismo alega- a quien comenzó a forjar su leyenda de adalid de la justicia universal combatiendo la calumnia de Estado y temiendo fundadamente por su vida.»

Ironizaba aquí Pedrojota, para acabar mandándole «ajo y agua», lo que ha debido dolerle sobremanera a Garzón:

«Y en cuanto a lo del «montaje», lo de la «criminalización de los peritos», lo de la «trampa procesal» y lo de los «elementos indiciarios de la prevaricación tal y como ha sido definida por la doctrina del Tribunal Supremo», conceptos que aquí mismo mantengo y reitero, pues ajo y agua.»

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