Elena de Regoyos (Periodista Digital).- No es extraño que alguien que considera a Gara «un diario muy cercano a ETA/Batasuna», en lugar de un medio proetarra, considere un delito de «opinión» lo que son amenazas de muerte. Pues ese alguien es periodista, se llama Enric Sopena y tiene una particular visión del etarra Iñaki de Juana Chaos.
El terrorista, que acaba de poner fin a la huelga de hambre que mantenía desde principios de agosto, había amenazado, y en dos ocasiones, desde el diario proetarra Gara a cinco responsables de centros penitenciarios y al presidente de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional.
Cuando un hombre que tiene las manos manchadas con la sangre de 25 personas a las que ha asesinado amenaza a alguien, no está expresando su opinión, está, sin más rodeos, sentenciándole a muerte. Por lo que no se entiende en qué está pensando Enric Sopena al decir en su diario digital que a este terrorista se le imputa un delito de opinión:
«Parece una insensatez que el fiscal hubiera pedido casi cien años de cárcel por un delito de opinión, por grave que éste fuera.»