(PD).- El afamado escritor y columnista de El Mundo no sólo no le tembló el pulso al copiar para su novela párrafos enteros de otra, sino que se pasó el rigor histórico por la punta de la pluma y las barbaridades que el autor original achacaba a los «rojos», él decidió endosárselas al bando «facha».
Lo denuncia Joaquín Fernández, profesor emérito de la Universidad de Barcelonaun, en una carta al director de Periodista Digital, donde expone los párrafos de la novela original (Checas de Madrid, de Tomás Borrás) frente a los del ilustre Paco umbral en Madrid 1940: memorias de un joven fascista:
Checas de Madrid: «…Traíamos trescientos prisioneros fascistas, de Jaén y los pueblos de alrededor (…) burgueses, sanguijuelas. En Getafe estaban las milicias del pueblo con las de Madrid y los cogieron y allí mismo en la estación fusilaron a los trescientos. (Pág. 28)
Madrid 1940: memorias de un joven fascista: «…Al parar en Getafe el tren que venía de Jaén, cargado de braceros que habían amagado la revolución agraria, la tierra para el que la trabaja, fueron fusilados trescientos. (Pág. 126)
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Checas de Madrid: …No ha quedao ni medio propietario en la Mancha. A unos, al pozo bien amarraos, y si no tenía agua, cartucho de dinamita… en Socuéllamos tó es ya de los braceros. (Pág. 34)
Madrid 1940: memorias de un joven fascista: …En la Mancha, por Socuéllamos y por ahí, también hay mucha persecución del campesino marxista. Unos al pozo, otros cartucho de dinamita. (Pág. 126)
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Checas de Madrid: …Pero lo de Oropesa es la consagración. Allí encontramos al cura, y le hemos toreao… pero que bien picao… Después de las banderillas, con navajas… dos cuartas de machete… (Pág. 35)
Madrid 1940: memorias de un joven fascista: …En Oropesa se ha toreado al cabecilla sindical, picado y bien picado, y luego las banderillas con navaja y finalmente el machete. (Pág. 126)
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Checas de Madrid: …Dejó sobre la mesa del escribiente un talego terciado de carga… … ¿Son caracoles? Le resbalaba entre los dedos un puñado de ojos humanos. (Pág. 36)
Madrid 1940: memorias de un joven fascista: …También se sacan los ojos, en puñados, y los meten en sacos, como si fueran almejas. (Pág. 126)
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Checas de Madrid: …Los párpados y la boca los tenía cosidos con imperdibles (Pág. 67)
Madrid 1940: memorias de un joven fascista: …Algunos acaban con los párpados y la boca cosidos con imperdibles, para que no sigan blasfemando. (Pág. 129)
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Checas de Madrid: …Se ha inventado el tiro del panecillo, que no te falla con los médicos ni con los comisarios políticos. Pones el pan delante, disparas y la herida es limpia, sin quemadura ni fogonazo (Pág. 133)
Madrid 1940: memorias de un joven fascista: …”yo, en cuanto me cure, me atizo el tiro del panecillo (Pág. 134)»
El caso es que, como denuncia el profesor emérito de la Universidad de Barcelona, «por diversas razones que no vienen al caso, los lectores de Francisco Umbral son más numerosos que los de Tomás Borrás, así que es probable que en los anaqueles de las diversas memorias históricas individuales cuelguen más copias del primero que originales del segundo.»
De todas formas, al «pobre» Tomás Borrás no es la primera vez que le plagian. Ya lo hicieron antes otros autores que, además, no tuvieron problemas en restregárselo sin piedad. Fue Carlos Luis Álvarez, más conocido como Cándido, quien lo contó en primera persona en sus Memorias prohibidas:
«Las trescientas setenta páginas – de Los mártires de la Iglesia– fueron una mezcla de invención y de plagio. (…) Inventé demencias y profanaciones y sentí piedad por los humildes. (…) Plagié bastante, como digo. Entre otros libros, Checas de Madrid, de Tomás Borrás, del que hurté muchas páginas. (…) Un día me acerqué a él y le dije: «Oiga Borrás, le he copiado treinta o cuarenta páginas de Checas de Madrid, puede llevarme a la cárcel, pedirme cien millones de indemnización o llevar a la cárcel a fray Justo Pérez de Urbel, que es el que firma el libro que yo he escrito».
