La Xunta de Galicia redujo los presupuestos dedicado a la prevención y lucha contra los incendios y dedicó esos ahorros a otras actividades prioritarias para los dirigentes del bipartito como extender el uso del gallego desde las “galescolas” hasta las lápidas mortuorias o en exposiciones itinerantes que exalten los valores de la República y la Nazón de Breogán.
¿Cuál es la razón para que las catástrofes pillen tan desprevenido a este Gobierno? No previnieron los incendios sabiendo que ocurren cíclicamente todos los veranos desde hace treinta años. Y no supieron tampoco frenar las riadas que se sabían que iban a ocurrir dado el estado lamentable de los montes después de un agosto en llamas.
Mucho tienen que ver los objetivos prioritarios de este Gobierno autonómico. Se han gastado sumas siderales de dinero y grandes esfuerzos en asuntos “de vital importancia” como son que las lápidas en los cementerios estén rotuladas en gallego, que Google Earth utilice los topónimos oficiales, que se establezcan “galescolas” donde la enseñanza sea ciento por ciento en gallego, o que se inviertan miles de euros en exposiciones itinerantes que exalten valores ideológicos a los que este Gobierno se siente sentimentalmente cercano como son la República, la persecución del castellano y el desprecio a España.
Dicho de otra manera, este Gobierno ha priorizado más en la propaganda ideológica que la solución de los problemas de la gente y los resultados están a la vista en Cee, Corcubión y en todos los montes arrasados por el fuego de Costa da Muerte y aledaños. Faltó el dinero para aumentar los efectivos de las brigadas contra incendios pero sí hubo 90.000 euros para la exposición “Nazon de Breogan” u otros 90.000 euros para el Festival de Cine de Ourense. También hubo 340.000 euros para traer a Shakira a La Coruña mientras las carreteras de la ciudad de María Pita siguen siendo obsoletas e insuficientes.
Por eso es urgente reconsiderar que las arcas del Estado no son un botín de guerra para repartir entre amigotes. Que nuestros impuestos vayan a parar a batallas utópicas a favor de Breogán es preocupante. También estamos viendo que se está gastando en gasto burocrático más que en gasto productivo. Lo puntualizaba el experto Manuel Blanco Losada en el Correo Gallego:
“…Los gastos de personal crecen un 8,3% -más de un punto por encima del PIB monetario – y el conjunto de gastos corrientes un 7,8%, casi otro punto por encima del mismo. Si el ahorro público aumenta un 20,1%, ello no es por el control del gasto, sino, entre otras cosas, porque los impuestos autonómicos -tanto los tramos autonómicos de los impuestos cedidos como los propios- crecen mucho más que nuestro PIB. En concreto: el IRPF un 9,8%, casi tres puntos más; el de transmisiones patrimoniales -léase sobre la trasmisión de viviendas -, el 12,3%, cinco puntos y medio más; el IVA, un 14,7%, más del doble que el PIB. La realidad es que el ahorro público se consigue a costa del ahorro forzoso de los contribuyentes”.
Yo tenía la idea de que los gobiernos debían administrar justicia y proveer seguridad para que no tengamos que matarnos entre vecinos. Pero viendo a esta banda de caciques nacionalistas impulsando la «igualdade» con batería de medidas demagógicas me deja la impresión de estar más ante una agencia de compasión. Una ONG voluntarista que busca el aplauso fácil y el éxito efectista. Porque éstos de verdad se creen que puedan cambiar el mundo y están experimentando con nosotros.
