La UE acuerda aumentar el número de anuncios en las televisiones europeas

(EFE / PD).- Los ministros de Cultura de la Unión Europea (UE) han dado el visto bueno al aumento de la publicidad en televisión, al eliminar el máximo de tres horas diarias, reducir el intervalo entre cortes y autorizar como excepción la publicidad encubierta.

Los titulares de Cultura adoptaron un «enfoque general» sobre la Directiva ‘Televisión Sin Fronteras’, que pretende establecer estándares mínimos comunes para todos los servicios audiovisuales, con independencia de la plataforma utilizada para su difusión.

El texto se aprobó a pesar del rechazo de las delegaciones de Letonia, Suecia, Irlanda, Bélgica, Lituania, Luxemburgo y Austria a algunos de los puntos propuestos.

En el debate que precedió al acuerdo, el embajador adjunto de España ante la UE, Cristóbal González Aller, respaldó la propuesta presentada por Finlandia, país que preside la Unión este semestre, al considerarla «equilibrada, flexible y realista«.

Sobre los cortes publicitarios, uno de los puntos más controvertidos de la propuesta, el texto aprobado mantiene el máximo de 12 minutos de publicidad por hora.

No obstante, rebaja de 45 a 30 minutos los periodos de programación ininterrumpida entre anuncios, permitiendo 10 minutos cada media hora, lo que delegaciones como Italia, Francia, Dinamarca, Suecia, Eslovenia y Bélgica consideraban excesivo.

Además, en el texto desaparece la obligación de fijar intervalos de al menos 20 minutos entre cortes publicitarios y el máximo de 3 horas diarias, que de todas formas según la presidencia no se respetaba.

Por otra parte, el documento prohíbe la publicidad en los programas infantiles de menos de media hora de duración.

Las delegaciones británica y maltesa criticaron ese punto al considerar que, puesto que la mayoría de programas para niños tiene una duración inferior a 30 minutos, disminuirá la publicidad infantil y ello repercutirá negativamente en la producción de programas para menores.

Por otra parte, los ministros aprobaron la prohibición general de colocar productos de venta en películas, series y otros programas.

El texto faculta a los Estados, no obstante, a derogar la prohibición e introducir esa forma de publicidad en películas, series, acontecimientos deportivos o programas de entretenimiento, pero nunca en informativos, programas religiosos o emisiones para niños.

El recurso a esa forma de publicidad encubierta deberá identificarse al inicio y final del programa y no deberá ir acompañada de ninguna sugerencia que anime a comprar esos productos.

El alcance de la Directiva, otro de los puntos que más divergencias suscitaba, se resolvió con un acuerdo que establece que dentro de Internet, la Directiva se aplicará sólo a las emisiones con forma y contenido similares a la televisión tradicional, excluyendo por tanto los blogs, las páginas web y otras similares.

España considera adecuada esa propuesta al opinar que la aplicación de la Directiva a toda imagen en movimiento en Internet podría perjudicar el desarrollo de contenidos europeos y hacer que los proveedores se trasladaran fuera de la UE, huyendo del exceso de reglamentación.

Asimismo, los ministros respaldaron el principio de país de origen para resolver los conflictos que surgen cuando los servicios audiovisuales se producen en un Estado miembro y se difunden en otro, vulnerando la normativa del país de destino.

Para resolverlos, se aplicará un sistema voluntario que prevé recurrir a la legislación del país donde el proveedor esté establecido.

La comisaria europea para la Sociedad de la Información, Viviane Reding, consideró «un hito» este acuerdo, una normativa que permitirá regular los servicios de televisión y vídeo «a la carta», según dijo en rueda de prensa.

Además, aseguró que la normativa no aumentará la publicidad en televisión, al mantener el máximo de 12 minutos por cada corte publicitario, «pero sí garantizará más flexibilidad«.

«No queremos en la UE una televisión estilo estadounidense con anuncios constantemente, sino que el contenido dirija los anuncios y no a la inversa«, añadió.

La ministra finlandesa responsable de Comunicación, Susanna Houvinen, precisó por su parte que el Consejo tendrá muy en cuenta en el futuro la opinión del Parlamento Europeo, que esta tarde votará la reforma de la Directiva en su comisión de Cultura.

La modificación de esta normativa se debe aprobar por codecisión entre el Consejo y el Parlamento Europeo.

Según Houvinen, este enfoque general hará posible lograr un consenso con la Eurocámara en el primer semestre de 2007.

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