Juan C. Osta (Periodista Digital).- El caso de los peritos, conocidos despectivamente como los del «ácido bórico», ha llevado de nuevo el 11-M a la picota. Y es que el vuelco ha sido monumental. De aparecer como imputados de falsedad documental, acusación realizada por Baltasar Garzón, a ser simplemente los testigos principales de un delito que tiene en vilo a la cúpula de la Policía Científica y a «la superioridad» del ministerio que dirige Rubalcaba y detentaba entonces Alonso.
Los peritos que relacionaron en un informe a ETA con los atentados del 11-M han hablado para los periódicos El Mundo y La Razón. El eco ha llegado a la COPE y a determinados medios autonómicos, destacando los públicos de la Comunidad de Madrid.
“La superioridad” ordenó suprimir las referencias a ETA, explican los peritos, que también atribuyen a la connivencia entre esa “superioridad” y Garzón su comparecencia ante el juez. El editorial del diario que dirige Pedro J.. habla de un escándalo “policial, político y judicial”, exige responsabilidades a un Gobierno cuya “mano” está clara en todo esto y arremete, por supuesto, contra Garzón.
Manuel Escribano e Isabel López son unos científicos que llevan «las espaldas cansadas por 30 años de meticuloso y sobresaliente servicio público”.
Según el editorial de El Mundo de este martes, el escándalo es mayúsculo, ya que “en los 30 años de democracia no había ocurrido nada igual en la Policía Científica”, y apunta, apoyándose en el testimonio de los peritos, que los cuatros mandos que corrigieron el informe y que están siendo investigados por la juez Gallego “probablemente compartieron la decisión con la propia Comisaría General de Información que había encargado el informe”. El editorialista pide depurar responsabilidades políticas.
Y el editorial acaba lanzando un guante al Partido Popular, ya que tienen una “excelente ocasión” para “demostrar su compromiso con la búsqueda de la verdad” y “controlar y denunciar los desmanes del Gobierno”. El guante era recogido horas después por el propio portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, quien anunció que su grupo parlamentario solicitará una comisión de investigación sobre la “falsificación” del informe de los peritos en el asunto del ácido bórico.
La voltereta jurídica que se ha llevado Baltasar Garzón, y el disgusto de los medios que se encargaron de redoblar el mensaje, ha sido tremenda. El efecto: el 11-M llega con fuerza de nuevo a los medios. Al PP de nuevo parece que le interesa saber.
