Los habitantes de Andalucía -227 minutos por persona al día- y Valencia -223 minutos por persona al día- son los que más vieron la televisión en 2005, según el Anuario SGAE 2006 de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales. En el anterior anuario ambas Comunidades lideraban también la clasificación.
Les siguen Castilla-La Mancha, con 219 minutos (226 en 2004); Cataluña, también con 219 minutos (217 en 2004); País Vasco, con 210 minutos (215 en 2004), y Madrid, con 208 minutos (217 en 2004).
Por el contrario, es en Galicia -190 minutos por persona y día- donde se consume menos tiempo delante de la pequeña pantalla. A los gallegos le secundan los canarios, que emplean 198 minutos por persona y día en sentarse frente al televisor.
Por su parte, el resto de las Comunidades Autónomas emplean uma media de 222 minutos por persona y día, es decir 3 minutos menos que en 2004 (219). En general, el tiempo de consumo se ha mantenido en las cotas más altas alcanzadas en 2004: una media de 217 minutos por persona al día, sólo un minuto menos que en el pasado ejercicio, donde se llegó a la cifra más elevada hasta ahora (218).
En 2005 se han producido varios acontecimientos relevantes, pero el más importante, en términos de audiencia, ha sido el descubrimiento del mundial de Fórmula 1 gracias a Fernando Alonso.
Progresivo envejecimiento de la audiencia
A la vez que este incremento del consumo, aparece otro dato igual de relevante: un progresivo envejecimiento de la audiencia de televisión, levemente detenido en 2005. Aunque esta evolución es casi imperceptible, los datos a largo plazo indican que la audiencia de la televisión está envejeciendo con cierta velocidad, y con una tendencia muy consistente.
En 1993, el 19,9% de la audiencia eran personas mayores de 65 años; en 2005, éstas han representado el 25%. Por otra parte, el 10,7% de la audiencia tenía entre 4 y 12 años de edad, y el 16,3%, entre 13 y 24; en 2005 estos porcentajes sólo han alcanzado el 5,8% y el 10,5 %, respectivamente.
Además, el 27% de la audiencia era menor de 25 años, lo que ha pasado a un 17% en 2005. Este cambio está ligado a la evolución de la estructura demográfica de la sociedad española, pero tiene también una dinámica propia, ya que la sociedad no envejece tan rápido.
El freno que se ha producido en 2005 en la tendencia al envejecimiento de la audiencia de la televisión está ligado al evento deportivo del año, que ha incrementado sensiblemente la audiencia de las generaciones intermedias y jóvenes los domingos.
El dato más llamativo es el incremento del consumo de televisión los domingos, consecuencia del seguimiento de la carrera de Fernando Alonso hacia el mundial de Fórmula 1. Sin este crecimiento de los domingos, el descenso de la audiencia de televisión quizá hubiera sido algo mayor de lo que reflejan los datos globales.
Según variables sociodemográficas, los datos indican que el tiempo destinado a ver la televisión se ha estabilizado en todos los sectores sociales en los dos últimos años. Los patrones de consumo son iguales a los que se definieron el año pasado.
Las mujeres mayores de 16 años son las que ven más televisión al día: 246 minutos (42 minutos más que los hombres). Las amas de casa: más de 4 horas y media al día de televisión Las amas de casa llegan a ver la televisión más de cuatro horas y media diarias: 274 minutos.
Cuantas más personas habiten en el hogar, menos televisión se ve; en los hogares unipersonales o de dos miembros se ve la televisión, por término medio, 265 minutos/día, al menos una hora más que en los que están compuestos por tres o cuatro personas. Estos son datos estructurales y reflejan la realidad de los hábitos de los hogares. Una realidad que cambia muy lentamente.
Los jóvenes tienen alternativas
Parece que el impacto de los videojuegos e Internet entre los más jóvenes les ha quitado tiempo para ver la televisión. Los menores de 24 años apenas le dedican dos horas y media/día. En cambio, a partir de los 25 años, el tiempo que se consume frente al televisor aumenta casi exponencialmente; los mayores de 65 años llegan a superar ampliamente las cinco horas/día.
El ocio de las personas mayores está directamente ligado a la televisión. También se mantiene la tónica de que el tiempo de ver televisión crece de forma inversa al estatus social. Las personas consideradas de clase alta han consumido algo más de tres horas diarias de televisión en 2005, mientras que las de clase media baja o baja han estado frente al televisor casi cuatro horas al día. Entre las personas de estatus alto y medio alto se ha producido un cierto descenso en el consumo de televisión: en 2005 han visto cuatro minutos menos al día.
Mientras, las de estatus medio o bajo han mantenido un consumo similar a 2004. Los datos por hábitat reflejan un cierto ajuste a la baja tras el fuerte incremento de consumo televisivo de 2004, menos significativo en las ciudades medianas. Conviene destacar que dicho ajuste no se ha producido en las ciudades más pequeñas.
