(PD).-Lo de usar vestimenta apropiada para dar una noticia en la televisión española se limita, a diferencia de otros países y salvando alguna excepción, a los presentadores. Los reporteros de calle van más «casual». Pero volvamos al estilismo de los bustos parlantes y recordemos polémicas como el pelo de Rosa María Mateo, la corbata -o no- de Lorenzo Milá, las de José María Carrascal y, más actual, el corte de pelo de las tres chicas de La Sexta.
En un acertado repaso de Begoña Gómez para ADN, se pone el ejemplo de Katie Couric, que sustituyó a Walter Conkrite, «el hombre con más credibilidad de América», al frente de las noticias de la noche en la NBC.
Entonces se habló de sus mechas rubias, de sus hechuras, de cómo iría vestida… La mujer ha dado la talla, estilísticamente hablando. Veamos si se puede decir lo mismo de nuestros bustos parlantes.
La pionera en esto de generar horas de conversación con sus cambios de corte de pelo, Rosa María Mateo, opinó recientemente en el número de aniversario de El País Semanal sobre el giro que han tomado las bustos parlantes. La veterana las encuentra a todas demasiado «guapas y rubias». Ouch, ¿Por quién lo dirá? Por Susanna Griso, que sufre el mobbing de las estilistas, que retan su credibilidad empeñándose en conjuntarle la sombra de ojos con la camisa?, ¿o por su compañera de cadena Lola Hernández, a quien le hacen lo mismo con las gafas?
La Sexta ha delegado el 40% de la imagen de su cadena en el despeluque escalado de sus tres presentadoras de informativos. La Primera conjunta la sobriedad inamovible de su mesa azulgris con las chaquetas de Ana Blanco. Y Cuatro, a pesar de su paridad de parrilla, no dudó en explotar el cuadrúple pómulo de las Martas (Rodríguez y Reyero) en su nacimiento. A ninguna le recomendadmos caer por la liga de presentadoras de guapaslandia.com y por otros blogs perturbados. Todas salen, pero no hay ni rastro de Matías Prats.
Y DE LOS HOMBRES, ¿QUÉ?
Pues si los despuntes de las chicas de La Sexta, las chaquetas de Susanna Griso o la imagen de Angels Barceló han dado siempre qué hablar, no sería justo dejar de hacerlo de las corbatas de José María Carrascal, la que pretendía no llevar Lorenzó Milá o el estilo gentleman de Matías Prats.
Si las de Carrascal no pasaban desapercibidas para nadie, las de Lorenzo Milá son un caso aparte. Hablamos de corbatas, claro.
El actual «busto parlante» de TVE pasó de crear estilo -cercano al gran público- dejando la corbata en casa para los Informativos de La2, a tratar de seguir en la misma línea en La Primera, de ahí a estar en boca de todos -afines y detractores- por su osadía y, finalmente, a rendirse a los dictados del Telediario de toda la vida. Eso sí, la calidad del paño de sus chaquetas y elegancia de sus corbatas no pasan desapercibidas, en este caso… al ojo experto. Un diez a su estilismo, su porte y sus corbatas. ¿Por qué se habrá negado a usarlas?
