Hay, en la Red, muchos que apoyan a Pedrojota. No tiene, a diferencia de su amigo y socio Federico Jiménez Losantos, una legión de peones negros dandole cobertura, pero hasta ahora, tan solo unos pocos y con las espaldas bien cubiertas como Miguel Angel Aguilar, Carlos Carnicero, Enric Sopena o Carlos Llamas, se atrevían a atacarle. Ha debido cambiar la onda, porque desde la blogosfera española han empezado a sacudirle y duro al director de El Mundo.
El detonante de la andanada, que ha puesto muy felices a bastantes socialistas, es la dura crítica que el omnipresente Pedrojota Ramírez ha hecho al envio a prisión de dos policías, por facilitar información al periodista Fernando Lázaro, y la forma en que El Mundo ha manejado la llamada de dos policías, que vinculaban un simple pero pringoso escándalo de tráfico de explosivos ejecutado por agentes corruptos, con el atentado del 11-M.
El Mundo aprovechó la veta y presentó el soplo casi como un mimebre más, en la complicada teoría de la conspiración que supuestamente rodea la masacre islamista en los trenes de Madrid.
El 11-M, probado
Pedrojota esgrimía dos supuestas coincidencias que apuntaban directamente al 11-M. Por un lado, uno de los policías que poseía los explosivos había estado de guardia en la comisaría de Vallecas -donde apareció la polémica mochila- la noche antes del atentado y, por otro, el lugar donde el confidente de los policías se había hecho con los explosivos se encontraba sospechosamente cerca del local donde los terroristas islámicos se inmolaron pocos días después del trágico atentado.
Periodismo de coincidencias
Manuel Rico, subdirector de la revista Tiempo, califica el periodismo desempeñado por el diario El Mundo, como un «periodismo de coincidencias» y analiza la pataleta del director del periódico, tras el auto del titular del Juzgado de Instrucción número 6, Juan del Olmo, que había decretado el encarcelamiento de sus policías confidentes.
Manuel Rico, autor de Periodismo Incendiario, afirma en su blog que «no merece la pena perder demasiadas líneas explicando que los policías no están en la cárcel por ‘hablar con un periódico’, sino por cometer presuntamente un delito que está castigado en el Código Penal».
Una vergüenza
Rico -que se suele referir a El Mundo como «el periódico que dirige el dueño de la pileta más legal de España»- concluye con que «El Mundo prostituyó las más elementales normas éticas de la profesión al intentar relacionar a los policías corruptos con el 11-M».
El periodista -que trabajó en el edición gallega de El Mundo- calificaba de «vergüenza absoluta para la profesión periodística» el trabajo realizado por Pedrojota, pero intenta desvincular a los trabajadores del periódico de los desmanes de su director, al afirmar que «buena parte de los trabajadores de El Mundo se avergüenzan a diario del agujero negro donde les quiere meter el señor de la pileta (en referencia a su piscina ilegal)».
Acebes, con Pedrojota.
Nacho Escolar subraya en su bitácora las declaraciones de Ángel Acebes que, al afirmar que «en una democracia no se puede perseguir a la oposición ni a los periodistas o a cualquiera que exija transparencia y verdad sobre un asunto, o simplemente discrepe» hacía el juego a El Mundo para que figurara como un diario desinteresado y a la búsqueda de la verdad, pero perseguido por la represión y la censura.
Pedrojota seguirá
Íñigo Sáenz de Ugarte afirma en su blog comprender que el director de El Mundo pudiera estar enfadado ya que «si meten en la cárcel a sus fuentes del 11-M, van a tener que inventárselo todo para seguir tirando del hilo de los agujeros negros».
El «sheriff»
Juan Varela recuerda el nombre que, en sus conversaciones con los policías confidentes, el periodista del diario El Mundo daba a su director: el «sheriff» , y cuestionaba ampliamente el asunto del «chivatazo» a ETA, en el que Pedrojota ha insistido tanto para defenderse de las acusaciones de manipulación que ha sufrido como consecuencia de la publicación de este último escándalo.
