Permítaseme una reflexión políticamente incorrecta. Hay ciertas actividades que parecen despertar la ensoñación de las administraciones públicas. Los agricultores, por ejemplo. La UE los mima con celo dedicándole la mayor parte de su presupuesto, un número que tiene tantos ceros que no me entran en este blog. ¿Por qué? Porque el campo es romántico y da muchos votos. En la misma sintonía en Galicia, un día nos enamoramos de las mariscadoras/es y los perceberos.
Tanto es así que las mariscadoras de O Burgo piden un millón de euros para compensar el descenso de capturas y regenerar el banco y quizá se los den. Margarita, una betanceira que puso un kiosco abajo de mi casa, se arriesgó, puso un kiosco y le salió mal. Perdió mucho dinero y no la rescató ninguna administración. Por alguna razón que desconozco, estos señores y señoras merecen que el dinero de nuestros impuestos vaya a socorrerlos en tiempos de vacas flacas. Efecto colateral del «Prestige». Efecto injusto que crea desigualdades y tratos de favor. ¿Son más gallegos que el resto por comerciar con marisco en lugar de… zapatos?
Más aún, los perceberos y submarinistas gallegos reclaman que su normativa laboral atienda a las características y riesgos inherentes a su actividad profesional y les permita jubilarse antes que el resto de mariscadores. Ahora bien, los camareros y los cocineros también se machacan el cuerpo y no por eso salen a manifestarse pidiendo jubilarse antes. Tampoco piden un millón de euros cuando los echan a la calle antes de que cumplan un año de contrato para no hacerlos indefinidos.
La realidad es que las cofradías son más amenazantes que los silenciosos y sumisos gremios hosteleros. Al fin y al cabo, todo se reduce a eso.
La pregunta del PP, a Cuarto Milenio
La semana pasada, la asamblea del BNG aprobó una resolución en la que se instaba a la Xunta a que ‘trabaje para adaptar el huso horario gallego a su hora natural’, entendiendo ésta la que rige también en el Reino Unido, Portugal y Canarias, es decir, una hora menos que en el resto de España.
Pepiño Blanco ya dejó ver el pasado lunes su poco entusiasmo con esta iniciativa, que ve como ‘una cosa menor’ que no le parece importante. A Touriño también se le atragantó la propuesta y tiró balones afuera diciendo que esa era una decisión que le pertenecía a Madrid y … a la UE. En cualquier caso no cerró la puerta y comentó que, si el cambio se hace por una cuestión de ahorro energético y si las consecuencias son positivas para la economía de Galicia, habría que estudiarla.
Ahora la diputada del PP Ana Madrazo quiere que ahora se pronuncie el Gobierno ante el Pleno del Congreso y, para la sesión de próximo miércoles, ha planteado una pregunta al respecto: ‘¿Está dispuesto el Gobierno a estudiar las solicitudes de cambio de horario que se puedan formular desde las diferentes comunidades’, se pregunta. Lo que no me queda claro de la pregunta es si Madrazo está a favor o en contra de la propuesta. Si el PP ya se volcó con el BNG en su propuesta por las lápidas gallegas, no sería de extrañar que los apoyen ahora con su idea sobre un nuevo huso horario.
