Apenas un mes después de recibir el bastón de mando del Grupo Prisa, Ignacio Polanco acaba de tomar su primera decisión de calado: afrontar las desinversiones de su negocio de prensa regional. Y su primer movimiento ha sido vender el diario onubense Odiel Información a Alfonso Gallardo, el empresario ‘amigo’ del presidente de la Junta de Extremadura.
La relación del grupo Gallardo y del grupo Prisa no es nueva, ya que ambos eran los accionistas mayoritarios de Productora Extremeña de Información S.A. (Petsa). En 2001, el Gobierno de Extremadura le adjudicó a la factoría de Polanco y Gallardo la producción de la programación del proyecto inicial de televisión autonómica de Extremadura.
Posteriormente la Junta, en cumplimiento de un auto del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, tuvo que rescindir el contrato suscrito entre el Gobierno regional y Petsa.
Un polémico empresario
Alfonso Gallardo es el primer industrial extremeño y decimotercero de toda España, que cuenta, como él mismo indica, con “acero, cemento y ahora petróleo, las industrias que suponen la base de las infraestructuras que desarrollan un país”.
Sus negocios han recibido en más de una ocasión importantes sumas de la Junta de Extremadura en concepto de subvenciones, cantidades declaradas después ilegales por los tribunales.
No hay que olvidar que el ex empleado del grupo Gallardo, Diego Baena, fue director general de promoción industrial de la Junta. Aunque Baena no es el único tentáculo de Gallardo en política. Mejor situado está su sobrino y heredero -Gallardo no tiene hijos-, Francisco Fuentes Gallardo. El sobrino es portavoz del PSOE de Extremadura, senador y hombre de confianza de Ibarra.
