Un estilo «realista» y «directo» y «no políticamente correcto» en su forma de dar las noticias ha sido la clave, «seguramente«, para que el español Miguel Ángel Rodríguez (Gijón, 1980) se haya alzado este año, frente a otros seis candidatos, con el premio Emmy al mejor reportero de Estados Unidos.
Rodríguez, de viaje en España, donde este martes visitará la universidad donde cursó Periodismo, el CEU, explica que está «sorprendido y halagado» con el premio y que espera seguir demostrando que el periodismo español «es el mejor».
A su juicio, al jurado de los Emmy, que se entregaron a comienzos de Diciembre, le ha gustado su forma de hacer periodismo, que no pretende ser «políticamente correcta», y que por eso ha triunfado en Estados Unidos, donde presenta y hace reportajes para Telemundo y la NBC, propietaria de la primera.
Decir las cosas «tal como son»
En Estados Unidos, dijo, los telespectadores están acostumbrados a una información «bonita» mientras que él solo pretende decir las cosas «tal como son, sin adornarlas».
Rodríguez, el reportero y presentador más joven de Telemundo, llegó a Miami hace cuatro años para hacer un máster en comunicación audiovisual y cuando terminó mandó un vídeo suyo a distintas cadenas. Ya estaba en España cuando recibió oferta de trabajo de 14 cadenas, y él eligió Univisión, en California.
«Creo que a ellos les gusta de los españoles que somos bastante polifacéticos y que somos capaces de hacer varias cosas a la vez y bien, mientras que los norteamericanos están muy especializados. Además, supongo que les gusta que nuestro castellano no está influido por los anglicismos», resumió.
Rodríguez, el tercer español en la historia de los Emmy que recibe este galardón después de Pablo Gato y Marian de la Fuente, estuvo un año en Univisión y luego «fichó» por Telemundo, con lo que volvió a Miami.
Quizá una de las coberturas informativas que el jurado de los premios, que equivalen a los Oscar en la pequeña pantalla, haya tenido más en cuenta de su trayectoria haya sido precisamente el impacto que tuvieron las noticias y conexiones que hizo desde Miami sobre la enfermedad y la cesión de poder de Fidel Castro.
«Fue una locura: tres días seguidos sin dormir mas que a ratitos en el camión de la unidad móvil. Hicimos enlaces en directo para 20 canales afiliados además de varios reportajes. Como experiencia fue maravillosa pero agotadora», recordó.
Ahora mismo no descarta volver a España a trabajar porque, según cuenta, «echa de menos su casa y la comida», pero animó a sus colegas a que vayan en busca del «sueño americano» porque la población hispana de Estados Unidos crece diariamente y el mercado está en «constante crecimiento» y a la búsqueda de profesionales.
En septiembre, cuando cumpla su contrato, decidirá si continúa en Telemundo o acepta alguna de las otras ofertas que tiene, incluida un par de ellas de medios españoles.
«Me gustaría poder trabajar en España pero en algo en lo que confíe. Hay mucha evolución del periodismo rosa pero en eso no estaría interesado», precisó el periodista, que se entrevistará esta semana con un par de cadenas «solo para saludar» a sus responsables.
