El doble juego de Prisa

El doble juego de Prisa

Elena de Regoyos (Periodista Digital).- ¿Se divorcia El País del PSOE? Puede ser. Lo que muchos han percatado, como mínimo, es que el consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, no ve en Zapatero al compañero de ideas que veía en Felipe González, para quien casi ponía al servicio al diario El País. No pasa lo mismo, sin embargo, con la cadena SER, que se mantiene fiel al PSOE, lo gobierne quien lo gobierne.

¿Significa esto, también, una escisión dentro del grupo PRISA? Hasta ahora la SER y El País andaban de la mano en la senda del PSOE, pero desde hace meses se vienen sucediendo editoriales del diario de PRISA cada vez más contrarios al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, con el colofón de un reciente artículo firmado por el mismísimo Juan Luis Cebrián, donde le llama «aficionado, advenedizo y carente de liderazgo», y que tanto daño le hizo en Europa a nuestro presidente.

¿DIVERGENCIAS ENTRE EL PAÍS Y ZP?

Curiosamente, y a pesar de haber llamado la atención a más de un bloguero esta divergencia de opiniones entre El País y Zapatero, a más de un líder de opinión consultado, gente informada donde las haya, no le había chocado el asunto.

Al antiguo diputado socialista y bloguero de Periodista Digital Luis Solana, si bien le resultó «llamativo» el artículo de Cebrián criticando a Zapatero, no considera que este signifique nada en cuanto a la falta de apoyo a Zapatero por parte de El País:

«No tengo esa sensación. No sé a partir de qué editorial se puede sacar esa conclusión. No creo que haya un esquema tan sofisticado de enfrentamientos en El País».

Y desde el propio diario El País niegan a Periodista Digital que exista esta oposición a Zapatero desde que Javier Moreno fuera nombrado director de El País. Y tampoco le da importancia al hecho de que el consejero delegado de PRISA firmara un artículo en dicha cabecera abiertamente opositor al presidente socialista:

«Los editoriales hablan por sí mismos, y cada uno los puede interpretar como quiera. El País no es una especie de rebaño pendiente de lo que dice el pastor, aunque es obvio que sus opiniones son leídas con mucha atención por los trabajadores de El País y por los lectores».

Explican, como aclaración, que «los editoriales son, en última instancia, del director«:

«Hay una reunión semanal donde se plantean los temas y se reparte el trabajo, que es colectivo. Se hacen borradores y se aprueban, en última instancia, por el director o el director adjunto que esté en ausencia del mismo. Pero la opinión de un periódico no es una cosa de piñón fijo, porque la realidad va cambiando. Lo que pasa es que hay lectores muy radicales que lo pueden considerar como una traición.»

Para Arsenio Escolar, director de 20 Minutos,

«Editorialmente parece evidente que se alejan de Moncloa, pero no sé si atenderá a alguna estrategia».

Sin embargo, hay a quien no le ha pasado desapercibido, y como Ramón Pi, lo ven de esta forma:

«El País es el buque insignia de PRISA y está jugando a dos paños. Por un lado intenta favorecer al PSOE porque sabe que la única alternativa a éste es el PP, y eso no lo quieren. Pero por otro es como si quisieran favorecer una revolución interna en el partido contra Zapatero, lo que parece difícil porque el poder aglutina mucho.

Está claro que El País está llamando la atención a Zapatero, y parece que quieran decir algo así como que la culpa no es del PSOE, sino de quien lo lidera, reprochándole el enfrentamiento con esta evidente mayoría social que está en contra de la negociación con ETA».

ACECHA UN NUEVO PERIÓDICO DE IZQUIERDAS

Tan en contra está El País, que la noticia de la próxima aparición de un nuevo diario de izquierdas, afín a Zapatero, cobra fuerza estos últimos días. Se llamaría «El Público» y correría a cargo de los nuevos amigos mediáticos del presidente, Jaume Roures y José Manuel Contreras, a quienes contentó de sobra con la última licencia de televisión analógica: La Sexta.

Incluso se ha llegado a anunciar la intención de Cebrián de recuperar a su añorado Felipe González para, con ayuda económica del multimillonario mexicano Carlos Slim, hacerse con el imperio PRISA ante la inminente desaparición de Jesús Polanco.

CUANDO EL PAÍS EMPEZÓ A CRITICAR A ZAPATERO

En noviembre pasado, llevaba El País un editorial recordando al presidente Zapatero sus palabras y exigiendo «consecuencias» una vez confirmada la autoría de ETA del robo de las armas.

También en octubre criticaba el diario de PRISA a un Gobierno que daba la impresión de hacer las cosas sobre la marcha y sin planificar. Otrora a cuenta de la alcaldía de Madrid, ahora por la aparente indecisión sobre la actitud a tomar frente a un proceso de paz boicoteado día sí día también por la propia ETA.

En marzo repetía El País tirón de orejas a Zapatero, lo que ya venía siendo habitual y, de nuevo, por el mismo motivo: la bronca y la falta de entendimiento de los dos grandes partidos españoles en materia antiterrorista.

Que deje ya de comportarse -al igual que Rajoy- como un «gallo de pelea». Es lo que le exigía el diario de Prisa al presidente del Gobierno en febrero de 2006.

Ya en diciembre de 2005 le reprochaba El País a Zapatero diversos aspectos de su política, tres veces en una misma semana, dos de ellas respecto a las negociaciones estatutarias.

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