Ana Rosa Quintana: “No admito que se hable de telebasura”

Ana Rosa Quintana: “No admito que se hable de telebasura”

El de este miércoles ha sido un Debate de Periodista Digital muy especial, ya que hemos contado con la presencia de la que es, sin duda, una de las líderes del panorama televisivo en España: Ana Rosa Quintana, con la que hemos compartido una interesante conversación sobre el periodismo, la televisión y la espectacular carrera que viene desarrollando la periodista, desde hace ya unos cuantos años en el primer plano.

Además, hemos contado con un grupo de estudiantes de periodismo del CEU y de la Escuela CES que han tenido también la oportunidad de dirigir sus preguntas a Ana Rosa en un segundo debate aun más interesante que el primero.

La conversación ha tocado muchos temas del mundo periodístico y en ella Ana Rosa ha roto una lanza por la televisión, defendiéndola: “No admito que se hable de telebasura”; y asegurando que mucha gente ataca a este medio pero que esos críticos: “Le tienen mucha manía pero cuando les llamas para colaborar vienen todos”. Además, ha comentado que los únicos secretos para triunfar son la constancia, el trabajo y “no tener miedo a trabajar con los mejores”.

Escuche el debate completo (duración aproximada 45 minutos):

LOS NUEVOS TELEDIARIOS
Uno de los primeros trabajos en los que Ana Rosa Quintana empezó su carrera fue en un informativo en televisión, allá por el año 82 según ella misma reconoce, y eso da pie al subdirector de Periodista Digital, Pedro Arnuero, para preguntarle por los nuevos tipos de telediario que están llegando a las pantallas, especialmente por la aventura que este mismo lunes ha emprendido Sánchez Dragó en Telemadrid:

Yo no diría que lo de Sánchez Dragó es un telediario, es un informativo muy personal que está muy bien. Ha habido un cambio en el mundo de los informativos en televisión, hace unos años eran importantes para las cadenas porque daban prestigio, pero no se seguían las audiencias como en todo lo demás. Ahora sí que compiten y por eso también han evolucionado y por eso hay más información de sociedad, más sucesos… lo que pide la gente.

Y en ese momento Ana Rosa nos da la primera sorpresa de la tarde: “A mi me encantaría volver a informativos”. Pero ¿es esa una posibilidad real? Obviamente no a corto plazo:

Bueno, por ahora no me lo planteo pero la verdad es que no me he planteado la mayor parte de las cosas que he hecho en mi vida. Me gustaría, pero uno ya tiene una edad y me gustaría hacer algo más personal, que no solo fuese información.

Un ejemplo de lo que podría ser ese telediario quizá haya sido la larga entrevista que Ana Rosa le hizo al ex presidente Aznar hace unas semanas en su programa. La periodista nos habla de ella:

La verdad es que fue muy curioso y me reí mucho de esto con Pedro Piqueras, que es el director de los informativos de Telecinco, porque esa misma semana en su telediario estuvo Alejandro Sanz y en mi programa José María Aznar y aunque pueda parecer paradójico yo creo que está bien, que los políticos deben darse cuenta de que tienen que bajar de las grandes cabeceras de prensa y ponerse más al nivel de sus votantes, y de que quizá van a influir mucho más hablando directamente al ciudadano desde mi programa que desde otro tipo de tribuna.

Pregunta: «¿Había algo pactado previamente?»

Lo único que me pidieron del entorno de Aznar es que no hable de política. Claro, era bastante surrealista y les dijimos que sí, pero luego hablamos de lo que surgió. Mi programa tampoco es político, pero le pregunté de todo y la verdad es que él me lo puso muy fácil, porque creo que se encontraba muy a gusto. La prueba es que teníamos pensada una duración de unos veinte minutos y luego nos fuimos casi a tres cuartos de hora.

EL CORAZÓN
Elena de Regoyos introduce un tema muy interesante: la prensa del corazón y como puede afectar a personas como la propia Ana Rosa que llegan a estar, por así decirlo, los dos lados de la cámara: “En tu programa se habla mucho de la vida de otras personas, ¿no tienes miedo de que te ocurra algo así? ¿Por qué te respetan más?»

Bueno, tampoco creas que me respetan tanto, cuando me han podido dar me han dado hasta en el carné de identidad. Si yo fuera noticia me sacarían, no te quepa la menor duda, lo que pasa es que yo tengo una vida estable, ya ha salido todo lo que tenía que salir como mi matrimonio y mis hijos y no hay mucho más que hablar sobre mí. Si yo mañana me volviera loca y tuviera un affaire con, por ejemplo, Antonio Banderas (risas) seguro que saldría mucho.

Es obvio que puedes exponerte más esas cosas o retirarte un poco, hay personas que en un momento dado son noticia y aparece en los medios y luego desaparecen porque no van buscando a la prensa. Los medios y los periodistas saben como es cada uno y a las personas que se respetan a sí mismas las respeta todo el mundo.

Sandra Remón se interesa por cómo elige Ana Rosa a su equipo y sus colaboradores: ¿es una decisión tuya?

En mi caso lo es porque yo tengo mi propia productora, empecé a trabajar así con “Sabor a ti” hace ocho años porque yo quiero elegir mis temas y a mis compañeros, puedo aceptar que me marque la audiencia, pero no unos señores con los que a lo mejor no estoy de acuerdo.

Un magazine como el de Ana Rosa tiene secciones muy diferentes corazón, investigación, algo sobre el reality de turno, política…

A mi lo que más me gusta es el periodismo, la actualidad, sea la sección que sea, cuando ocurre algo y tienes que levantar el programa y contar algo que está pasando… eso es lo que más “me pone”. Por lo demás yo me adapto bastante bien y cuando tratamos cosas más intrascendentes procuro pasármelo bien y si el tema es más serio tengo otra actitud. Lo que menos me gusta es el corazón, pero no por nada sino porque yo no soy nada mitómana y no me interesa demasiado la vida de los demás.

¿INTRUSISMO?
Hablamos de los problemas de la profesión periodística y uno de ellos es, sin duda, la precariedad laboral y los bajos sueldos de la mayoría de las empresas, Ana Rosa está de acuerdo con esto, pero no coincide cuando Sandra Remón habla del intrusismo como otro de los grandes trabas para los periodistas:

No estoy de acuerdo con eso: en mi redacción no hay nadie que no sea periodista, en la parte de actualidad no hay nadie que no sea periodista y en la parte del corazón tampoco nadie que no sea periodista del corazón. Belén Esteban, por ejemplo, es un personaje, yo hago un magazine que tiene una parte importante que es entretenimiento y hay personajes como Belén y otros, y nunca les verás haciendo información, no ejercen de periodistas.

Además, le dais muy poca importancia al público, y el público es muy inteligente y cuando alguien le da una noticia sabe perfectamente medir su credibilidad y según quién la cuente esa noticia tendrá un impacto u otro radicalmente distinto. Si yo tuviera un informativo y llevara a Belén Esteban sería llamativo, pero está para lo que está y lo hace bien y a la gente le entretiene y le divierte.

Aunque Ana Rosa sí suele elegir para sus equipos a personas que hayan pasado por las facultades, asegura que no es necesario tener el título para ser considerado periodista, porque hay gente que tiene un talento natural y el oficio de años de profesión, del mismo modo, tampoco considera que haya que ser periodista para presentar un informativo y, como ejemplo, cita al propio Sánchez Dragó.

¿SÍMBOLO DE UNA GENERACIÓN?
Una de las muchas cosas que hace Ana Rosa es la revista que con su nombre aparece cada mes en los kioscos, que ha sido uno de los proyectos editoriales más llamativos y exitosos de los últimos años. Nos cuenta como nació la cosa:

La revista la edita Hachette y yo no llevo su día a día, sino que me limito a ceder mi imagen y a marcar la línea editorial. La idea fue de la editorial que quería hacer una revista de este tipo e hicieron un estudio de marketing para ver qué persona podía dar imagen a una revista para un target comercial determinado: las mujeres mayores de 35 años. Su idea era que las revistas de mujeres solían decantarse por un público más joven y su moda y sus propuestas eran demasiado jóvenes para mujeres entre 35 y 55, con hijos y otros intereses y a las que el mercado editorial no hacía mucho caso.

Parece ser que en ese estudio salí yo y me lo propusieron, al principio me negué porque me daba mucha vergüenza, pero tras un año de insistirme acabe por decidirme a intentarlo.

¿Y como te sientes al ser el símbolo de una generación? Porque realmente es un caso bastante único en la historia del periodismo en España…

Hombre, ha habido otras comunicadoras que han tenido programas de radio y televisión y colaboraciones y han marcado tendencias… No sé, lo que pasa es que yo nunca me he encontrado tan interesante y no creo que represente a nada, lo que pasa es que en ese momento quizá no había nadie más que representara una mujer que lleva una vida familiar y al mismo tiempo sea independiente, tenga un trabajo, iniciativa personal… Era ponerle cara a un tipo de mujer que es muy típica de mi generación.

DE TOMATES Y OTROS
Uno de los colaboradores que Ana Rosa ha “llevado a la fama”, por así decirlo, es Jorge Javier Vázquez, que ahora ha adquirido gran relevancia al frente del famoso “tomate”, ¿qué le parece a Ana Rosa el programa de su “discípulo”?

Yo hago otro tipo de información de sociedad, más clásica, ha pasado tal cosa y lo cuento. “Aquí hay tomate” es un programa que la gente joven ha entendido muy bien porque es de humor, aunque es verdad que al que le toca la china maldita la gracias que debe tener. Técnicamente es perfecto, el formato está muy bien hecho: los cebos, los ganchos, el ritmo… han inventado un género. Y yo nunca juzgaré a nadie ni de ese programa ni de otro cualquiera.

Hablamos de telebasura y ese es un término que no gusta a Ana Rosa:

No admito que se hable de telebasura, me parece que se hace televisión de muchos tipos: mejor, peor, amarilla, de entretenimiento… yo no digo que se hace periodismo basura y tampoco vamos a dar nombres pero todos los días en los periódicos se habla de aquella manera de cosas muy serias, que afectan de verdad a la vida de la gente, porque si Ana Obregón sale o no con un striper es algo que la afectará a ella solamente y, como mucho, a las que la envidien. Yo como periodista y como consumidor podré leer una noticia o no leerla y comprar una publicación o no comprarla y punto.

El término telebasura lo ha acuñado gente que le tiene mucha manía a la televisión, que no sé porque es un medio muy odiado, pero todos los que la ponen a parir acaban colaborando en ella, no hay ni uno que diga que no.

En cuanto a otros medios, y sobre todo al mundo de la radio, Ana Rosa se confiesa oyente de todas las emisoras, especialmente de Carlos Herrera, “que es mi amigo y le quiero”, pero curiosamente tiene entre sus colaboradores a Federico Jiménez Losantos, que casualmente ha participado en el programa el mismo día que celebramos este debate. La tentación es enorme:
«¿Qué te parece el fenómeno que se ha generado alrededor de él?«.

A Federico lo conozco de Antena 3 de radio cuando él era colaborador de Antonio Herrero, es un hombre que políticamente tiene una evolución sorprendente porque viene de la izquierda, pero es muy inteligente y muy culto, con un gran sentido de la ironía y ha encontrado un mensaje que nadie estaba dando. A mi me puede sobresaltar en determinados momentos, pero en otros tiene mucha gracia…

¿HAY UN SECRETO?
Puede parecer un tópico, pero es muy cierto que es más difícil mantenerse que llegar, ¿cuál es el secreto de Ana Rosa para seguir siendo la número uno? Lamentablemente, no hay una receta mágica que podamos aprenden y aprovechar los presentes:

En todos los que se mantienen con largas carreras en este gremio encontramos lo mismo: mucha constancia, mucho trabajo y rodearse de muy buen equipo, hay que rodearse de los mejores, no hay que tener miedo a trabajar con los mejores y con personas a las que les guste lo que hacen. Hay que tener pasión por lo que haces y no dejar que te amedrenten. Y también hay que tener un poco de suerte, claro.

Esa suerte se la deseamos también a Ana Rosa, aunque no la necesita, a la que agradecemos muchísimo su paso por Periodista Digital en el que ha sido uno de los debates más interesantes que hemos celebrado y, sobre todo, en una muy agradable conversación con una profesional de primera y, por lo que hemos comprobado, también una persona de primera.

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