Los problemas del mercado editorial, las dificultades de las editoriales y los autores, los retos para un sector que es de los que más publica en el mundo y se dirige a una de las poblaciones que menos lee en Europa fueron el tema del Debate de Periodista Digital de este martes.
Para hablar de ello contamos con la presencia de los responsables de dos interesantes editoriales: Santiago Tobón, de Sexto Piso, una editorial “independiente” que edita libros en España y México; y Javier Ruiz Portela, de Áltera, una editorial que también ha apostado por una línea más alternativa, por así decirlo, aunque en los últimos años está logrando importantes éxitos que le han hecho dar un salto cualitativamente importante.
Como conclusiones de este debate podemos destacar que los editores y los libreros se enfrentan a un mercado ambiguo, mediatizado por las bajas tasas de lectura y en el que si se quieren vender libres o bien hay que ser un autor consagrado o bien hay que tocar obligatoriamente los temas “de moda”.
Escuche el debate completo (duración aproximada una hora):
¿UN MERCADO CON PROBLEMAS?
Para empezar el debate preguntamos a nuestros contertulios por el estado de salud del mercado del libro en España, siempre en la picota. El primero que nos da una respuesta es Santiago Tobón:
Es una situación compleja, en nuestro caso hicimos estudios previos para conocer qué interés podría haber por los libros de Sexto Piso en España. Nuestra idea es poder trabajar en todos los países de habla hispana, así que para nosotros el mercado aquí es muy importante porque si lo comparamos con los de los países de Iberoamérica es bastante grande. Esto no quita que hay muchos fenómenos preocupantes como la tremenda sobreoferta que se puede comprobar por el gran número de editoriales que cierran cada año. En cualquier caso, nos parece que hay buenas oportunidades para editoriales más o menos especializadas que busquen a un lector concreto y particular.
Javier Ruiz Portela nos habla de una llamativa paradoja que, según él, caracteriza a nuestro mercado editorial:
La situación es ambigua, por un lado me parece bastante negativa mientras que por otro no deja de tener perspectivas positivas. La parte negativa es que como bien se dice y hablando claro, en España se lee poco, en toda Europa es de los países en donde la gente lee menos y no solamente eso sino que es uno de los que lo poco que se lee suele ser con mayor fijación hacia los autores señeros, los que ya han triunfado llegan a vender a niveles europeos, pero para los que todavía no tienen ese nivel de reconocimiento, para los que tienen que abrirse paso, las cosas son mucho más complicadas.
La parte positiva es precisamente esa, lo bien que funcionan las cosas con los escritores que por una u otra razón ya estén consagrados, aunque está claro que para las editoriales pequeñas o medianas es muy difícil contar con este tipo de escritores y esto sólo podemos contrarrestarlo a través de una presencia física en las librerías, lo que nos llevaría a hablar de otro de los grandes problemas que tenemos: la distribución.
EL CUELLO DE BOTELLA DE LA DISTRIBUCIÓN
Santiago Tobón muestra su acuerdo con Javier respecto a las dificultades que supone ese aspecto del negocio:
Efectivamente, la distribución es uno de los grandes cuellos de botella que tiene la edición y, en muchos casos, es un reto muy complicado ya que se genera una especie de “círculo vicioso” en el que todos nos vemos perjudicados: el editor no encuentra un distribuidor que haga lo que quiere para sus libros, el librero no confía en determinados distribuidores con lo que los catálogos no siempre están llegando a las librerías adecuadas y el lector, que está completamente ajeno a todo esto, no siempre encuentra en la librería los libros que busca.
Javier Ruiz Portela nos cuenta un poco más sobre las dificultades que tienen los editores a la hora de poner sus productos a disposición del público:
Es un mundo complicado que requiere un trabajo logístico formidable que merece todo nuestro respeto y que ninguna editorial es capaz de hacer por sí misma, ni siquiera las grandes. Nosotros, por ejemplo, hemos estado trabajando con una red de distribuidores regionales, doce para toda España, que es la solución que habitualmente elegimos las editoriales pequeñas o medianas. Sin embargo dentro de unas semanas pasaremos a ser distribuidos por una única empresa para todo el país.
El gran problema de la distribución es superar las barreras que ponen, más que las librerías, los grandes centros comerciales, que son una parte fundamental del mercado. Es muy difícil romper las reticencias, por otra parte comprensibles, que tienen los jefes de compras de los grandes círculos comerciales ante los autores desconocidos y más todavía si son de editoriales pequeñas. Así que por importante que sea el autor y por bien editado que esté el libro en esos casos es muy difícil contar con una presencia física en cantidades significativas en los estantes, y eso es fundamental desde el punto de vista del marketing.
Santiago Tobón añade un interesante matiz:
Hay otro problema adicional, que es la corta vida que tienen las novedades en las librerías. La gran oferta editorial hace imposible exhibir todos los libros que pueden llegar a manos de un librero, el espacio es limitado así que se tendrán que seleccionar unos en lugar de otros en virtud de su tipo de lector o de su línea. La rotación en las mesas de novedades es muy alta: en un mes puede haber cambiado por completo y como todos sabemos fuera de esas mesas la vida del libro en las estanterías es muy complicada e incluso, en ocasiones, una vez retirado de la mesa un título se devuelven todos los ejemplares a la editorial.
¿LIBROS RENTABLES?
Muchos nos preguntamos si se gana dinero editando libros o, mejor dicho, cuantos ejemplares de un determinado título hay que vender para empezar a ganar dinero. Nuestros contertulios coinciden en que no es posible dar una respuesta lineal a esta cuestión, ya que depende de muchos factores: si el autor ha recibido un anticipo de sus derechos, si hay traducción, de la tirada… Santiago Tobón se atreve a darnos una media indicativa: “Si logras vender la mitad de la edición normalmente te acercas al punto de equilibrio”.
Y, siguiendo con el tema del dinero… ¿Qué porcentaje de los títulos de una editorial vienen a resultar rentables tras todo su “ciclo de vida? Otra pregunta difícil pues, como dice Javier Ruiz Portela:
La mayoría de los libros mal que bien acaban alcanzando el punto de equilibrio, es decir, compensan los gastos de producción que causan con los ingresos que generan, pero hay que tener en cuenta que una editorial tiene otra serie de gastos que no se pueden imputar individualmente a cada uno de los libros.
Santiago Tobón nos aclara las dudas que todavía podamos tener:
Con el perfil de una editorial como la nuestra la edición no es un gran negocio, tiene mucho riesgo y la recuperación del capital invertido es bastante lenta. Lo que buscamos es la viabilidad del proyecto, ya que tenemos un concepto de la edición muy vocacional.
¿PRECIO FIJO PARA EL LIBRO?
Es una de las polémicas tradicionales en el mundo de las editoriales: ¿deben los libros tener un precio fijado o, como en otros muchos productos, debe ser éste libre? Nuestros dos contertulios se decantan sin dudarlo por la primera opción, así Santiago Tobón nos dice que:
En nuestro caso estamos claramente por el precio fijo y una de las razones es que en nuestra experiencia en Latinoamérica tenemos que trabajar en mercados que no lo tienen. Pensamos que el precio fijo ayuda a la “bibliodiversidad” a que no sea sólo el más grande el que concentre todo el mercado y que muchas de las pequeñas librerías no podrían sobrevivir sin él. Nosotros concebimos el libro no como un producto cualquiera sino como un bien cultural que debe ser protegido en ciertos aspectos. En México no hay precio fijo y los editores estamos abriendo un debate para que se establezca, ya que hay fuertes descuentos de hasta un 45 % y esto al final no se refleja en que los libros sean más baratos, eso es una falsa creencia, lo que de verdad ocurre es que los editores tenemos que tener en cuenta ese descuento a la hora de fijar el precio original.
Javier Ruiz Portela coincide con Santiago y subraya algo importante:
El libro es el único producto en el mercado en el cual el minorista puede devolver al fabricante lo que no ha logrado vender y, además, puede hacer esto cuando quiera. Levantarse contra eso es utópico porque es una costumbre muy arraigada, pero creo que supone una extraña anormalidad.
Hablábamos hace un rato de que en España se lee poco, incluso en la prensa sufrimos eso pero, hay ¿algo que podamos a hacer al respecto? Según Javier Ruiz Portela “no es algo que se pueda solucionar con campañas publicitarias sino que necesita un cambio radical en la sociedad”. Mientras, Santiago Tobón nos dice que se puede lograr algo “promoviendo las bibliotecas, no sólo las públicas sino también las privadas y desde la niñez”.
¿Y los grandes “best sellers”, puede ser puntos de inicio a la lectura, por así decirlo, libros como los de Dan Brown u otros fenómenos similares? No se puede esperar gran cosa de ellos, al menos según Javier Ruiz Portela:
Para mi no aportan otra cosa que malos hábitos, ya que un lector que haya leído uno de esos libros entusiasmado rápidamente buscará una cosa similar. Sin embargo, tampoco hay que caer en el error de identificar “best seller” o grandes ventas con bazofia, por ejemplo uno de los grandes éxitos editoriales del los últimos años es “La sombra del viento”, de Carlos Ruiz Zafón, que es una novela extraordinaria y no tiene nada que ver con “El código Da Vinci”.
El debate llego a su final transcurriendo por estas y otras reflexiones y en conjunto estamos seguros de que resultó una visión de gran interés sobre la realidad del mundo del libro, una industria importante tanto por su valor cultural como por su propia potencia económica y que ahora conocemos más gracias al conocimiento y la opinión de nuestros invitados, a los que agradecemos su presencia en los Debates de Periodista Digital.
