(EFE / PD).- Veronica Lario ha tenido hoy su enésimo desayuno amargo a cuenta de su marido. Según cuenta hoy la prensa italiana, la revista Oggi publicará el próximo jueves unas fotografías robadas en las que el ex primer ministro italiano y actual jefe de la oposición, Silvio Berlusconi, aparece rodeado de cinco desconocidas jóvenes y bellas, mientras pasea, con ellas de la mano, por los jardines de su mansión de Cerdeña. El elocuente título del reportaje fotográfico es El harén de Berlusconi. Veronica, de momento, guarda silencio.
El diario italiano Corriere della Sera publica hoy la portada de la revista en la que aparecen las fotos de Il Cavaliere con las chicas, sentadas en sus rodillas o paseando con dos de ellas de la mano. Las fotos, que ilustran 11 páginas de la revista, han sido tomadas durante estas vacaciones de Semana Santa en la lujosa mansión Villa Certosa que el ex mandatario tiene en la isla de Cerdeña.
En ellas, Berlusconi aparece vestido de manera informal -con pantalones azules y una sudadera del mismo color- al igual que las cinco jóvenes, que llevan chándal y zapatillas de deporte. «Aquí están las «frivolidades» de Berlusconi», comenta la revista con ironía, en una clara referencia a las petición pública de perdón del líder político. En una carta pública a su mujer, Veronica Lario (nombre artístico de Miriam Bartolini, ex actriz y segunda esposa de Berlusconi), le pidió mil excusas por unos gestos que consideraba sólo «frivolidades».
El silencio de una mujer
Lario había exigido a su marido, en una carta enviada al diario La Repubblica, que se disculpase públicamente por la falta de respeto que le mostró en una gala de televisión en la que, ante todos los italianos, cortejó descaradamente a diestro y siniestro. «Si no estuviera ya casado, me casaría con usted inmediatamente», le dijo a Mara Carfagna, ex starlette televisiva y actual diputada de Forza Italia. «Contigo iría donde fuera», le dijo a Melissa Satta, actual starlette televisiva, novia del futbolista Christian Vieri y quizá en el futuro diputada berlusconiana.
Otra de las aludidas por Il Cavaliere fue la venezolana Aida Yespica, conocida en España por su participación en un programa de famosos en televisión. En su carta abierta a Berlusconi, Lario decía: «A mi marido exijo excusas públicas, no habiéndolas recibido en privado», invocando las heridas recibidas por su «dignidad» de «esposa y madre». Tras esta riña conyugal llevada al primer plano de las cámaras, la popularidad de Silvio Berlusconi se disparó hasta límites impensables. ¿Estará ahora Lario escribiendo una segunda carta de enojo al ver la revista? Aunque quizá prefiera mantener el discreto segundo plano que ocupa desde que en 1985 se casó con el empresario.
Porque Lario no hizo comentarios cuando Berlusconi proclamó que era popular en Francia por sus muchas novias francesas, ni cuando aseguró en Wall Street que había que invertir en Italia «por sus bellas secretarias», ni cuando inició un discurso ante la FAO saludando a «las bellísimas delegadas». Sí habló una vez, en 1994. La oposición denunció el gasto en floristas de la Presidencia del Gobierno y Berlusconi se justificó diciendo que cada día enviaba rosas a Veronica. «Nunca he recibido rosas», aclaró la mujer de Berlusconi en un escueto comunicado.
