Breve. La dramática noticia de hoy de que ETA va a seguir poniendo bombas y pegando tiros en la nuca ha puesto de los nervios, políticamente hablando, a los entusiastas del «proceso de paz«. Meses hemos tenido de lluvia recia de insultos a todo aquel que anunciaba lo que hoy ha ocurrido. ¿Y, ahora, qué? ¿Perdón por el grave error y por los insultos? No. «¿Sabes lo que es más triste aún? Que a mí me da la impresión de que hay gente que se alegra«. Lo ha dicho descaradamente un periodista de La Vanguardia en La SER. Victor Lamela, en de «La contra».
Así está el tema. «Un día de crisis«, ha dicho Gemma Nierga en «La Ventana» de la SER. Con un «buenas noches» se saludaban los intervinientes en un programa dedicado en su mayor parte al anuncio de vuelta a las armas de ETA, si es que algún día las habían abandonado.
Allí estaban Victor Lamela, periodista de La Vanguardia, junto a Judit Mascó y a Boris Izaguirre, que hoy ha preferido callar. Ha hablado Lamela. Descarnado.
«¿Sabes lo que es más triste aún? Que a mí me da la impresión de que hay gente que se alegra».
«No, Victor«. Le ha replicado Gemma Nierga.
Y Boris Izaguirre, hoy comedido: «Por lo menos en esta mesa, no«.
Insinúa pero no dice. ¿Quién se alegra? ¿El Partido Popular? ¿Los «disidentes» socialistas del proceso de Zapatero? Es seguro que esperaban el momento en el que ETA les volviera a poner el cañón de la pistola en la nuca. Brincos de alegría hoy en Génova 13 por lo que van a sufrir sus militantes. Seguro. Rosa Díez, Gotzone Mora, Mikel Buesa y todos los demás, aplaudiendo con las orejas. Pero seguro, seguro, Lamela.
