Juan Cruz Osta (PD).- El desembarco de Pedrojota en el Grupo Recoletos está causando un gran revuelo en la casa. Unidad Editorial puso en Marca a un hombre de la confianza del director de El Mundo, Eduardo Inda, para sorpresa de los trabajadores del periódico deportivo. Ahora le toca meter mano a Expansión, el diario económico de más éxito en España. Miguel Ángel Mellado, hombre del círculo de Ramírez, será el nuevo director y mano ejecutora del de El Mundo en el influyente diario económico.
Expansión es el diario económico de más tirada en España, triplicando en ventas a sus más inmediatos seguidores, el periódico Cinco Días, del Grupo PRISA y El Economista, dirigido por Amador G. Ayora.
A razón de este más que satisfactorio resultado, resulta complicado entender este nombramiento como un cambio para incentivar las ventas. Se trataría, más bien, de un movimiento estratégico de Pedrojota Ramírez, poniendo a la cabeza del diario económico más influyente del mundo empresarial a una persona fiel.
El relevo de Jesús Martínez de Rioja Vázquez, actual director desde finales del año 2005, por Miguel Ángel Mellado está previsto para después de vacaciones. Diversas fuentes aseguran a Periodista Digital que todo estaría «atado» para realizar el cambio entre septiembre y octubre.
Esta renovación, además, coincidirá con la mudanza del Grupo Recoletos y El Mundo a las nuevas instalaciones, en el madrileño barrio de Arturo Soria. Tras la integración de Recoletos en la empresa Unedisa/Rizzoli el pasado mes de abril, las cosas no han parado de cambiar y la plantilla del grupo de comunicación no gana para sustos. Cada día un sobresalto.
Miguel Ángel Mellado nació en Campo de Criptana, Ciudad Real, en 1956. Está casado y con dos hijos, estudió Periodismo y Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid.
Empezó su carrera en el diario Hoy de Extremadura. De ahí pasó al desaparecido diario Ya, fundando su edición en Toledo. pasando después a la redacción central, en Madrid, del citado periódico.
Entre 1986 y 1989 trabajó en los semanarios Tiempo y Época; participó en la fundación del diario El Independiente, de donde pasó, en 1991, a formar parte de El Mundo.
Miguel Ángel Mellado ha impulsado la creación de varios suplementos, de los que es responsable. En noviembre de 2004, Pedrojota Ramírez ascendía a Mellado y a Casimiro García-Abadillo y les nombraba «vicedirectores».
No ha sido -como no lo fue Albert Montagut, actual director de ADN- un «hombre del círculo íntimo», pero ha gestionado todo lo que se le ha asignado con notable profesionalidad.
De ser un outsider, ha pasado a ser una especie de totem, con menos perfil externo que Casimiro Garcia-Abadillo, pero mejor considerado internamente.
JOHN MÜLLER, EL OTRO CANDIDATO
Otro candidato que Pedrojota Ramírez ha barajado para ser director de Expansión es el periodista de El Mundo John Müller, «recuperado» tras una etapa muy mala, en la que estuvo a punto de irse a la calle, por negarse a ser el subordinado de Iñaki Gil, así como por verter comentarios despectivos sobre Casimiro García-Abadillo.
Fue justo tras pasar una temporada al frente de la malograda radio de Unedisa, a su retono al periódico, cuando chocó frontalmente con Pedrojota. Se negaba a ir de redactor jefe a la noche, bajo la batuta de Inaki Gil (a quien no tiene el mínimo respeto profesional) y la situación llegó a ser tan tensa que Pedrojota Ramírez ordenó a la jefa de personal que le notificara el despido.
En el último instante y a pesar de que Gil y Casimiro García-Abadillo alegaban que les había insultado -dijo de ellos cosas irrepetibles- se le ofreció ir de corresponsal a Bruselas, él declino la oferta pero aceptó -como mal menor – la noche.
A diferencia de Iñaki Gil, que se refiere a Pedrojota como «el jefe«, hable con quien hable, o de Eduardo Inda, cuya actitud genuflexa genera hasta chistes crueles en la redacción de El Mundo desde hace diez años, Mellado o el propio Müller pueden tener su agenda particular.
El drama de Pedrojota, en esta etapa en la que el dinero de los inversores italianos pone a su alcance tantos medios es bifronte. Por un lado, y a diferencia de lo ocurrido cuando el vídeo grabado ilegalmente con Exuperancia Rapú empantanó temporalmente su carrera hacia la cumbre, no tiene en el poder un partido repleto de fieles y amiguetes. Por otro, carece de algo que parece esencial en un grupo mediático decisivo: la cadena de televisión.
Por la vía de la concesión, aliado en ocasiones con Federico Jiménez- Losantos, ha conseguido Pedrojota emisoras de radio digitales, licencias de televisión local y otras regalías (favores que le han hecho desde Esperanza Aguirre al valenciano Camps, por no citar a Zaplana o Acebes), pero eso no es comparable a lo que sería tener el control sobre Telecinco o Antena 3, como estuvo a punto de ocurrir cuando el «compañero de pupitre» Juan Villalonga -con quien ahora el director de El Mundo está a partir un piñon y hacía escapadas a los garitos londineses- mandaba en Telefónica y repartía a granel «stock options», contratos publicitarios y puestazos.
