Teleseries sin guionistas


(PD/Agencias).- Los ordenadores apagados, las máquinas de escribir sin papel y las plumas en el bolsillo. La industria televisiva estadounidense ha encendido la señal de alarma ante la huelga de guionistas que comenzó el pasado 5 de noviembre y que, según los analistas, puede suponer para las productoras unos 2.000 millones de euros de pérdidas si se alarga.

Cuenta Carlos Núñez en El Periódico que la batalla ya ha obligado a suspender los planes de producción de programas y series, como 24 (Antena 3 TV), que ha aplazado hasta el próximo año la grabación de los ocho episodios previstos de la séptima temporada, y House (Cuatro), que no parece claro que pueda estar lista para rodar en enero, ni en el caso de que el protagonista, Hugh Laurie, vuelva recuperado de su depresión.

Los 12.000 miembros de la Writers Guild of America (WGA) han puesto su imaginación en los lemas de las pancartas y han salido a la calle, en Nueva York y Los Ángeles, para mostrar sus reivindicaciones ante los 14 grandes estudios, entre los que figuran Fox, NBC, HBO, Disney, ABC y CBS, organizando piquetes.

La causa ha contado con el respaldo de figuras como Francis Ford Coppola, Vanessa Williams, Robin Williams, Arnold Schwarzenegger, Will Smith y hasta el equipo de The office (La Sexta), que se sumó a los manifestantes, aunque también ha habido quien, como Ellen DeGeneres, ha tomado posiciones contrarias.

Dinero de internet
Los guionistas se enfrentan a las productoras porque piden un aumento de los ingresos que perciben por las ventas y el alquiler de las teleseries en DVD y por la distribución en Internet, que se calcula que puede alcanzar los 11.000 millones de euros este año.

Por ahora, los creadores de argumentos y diálogos reciben un 3% de la venta de cada DVD (al precio de unos 13,8 euros de media). En cuanto a las emisiones por la red, el porcentaje baja al 1,2%

En dinero contante y sonante, y según el convenio –aunque las cifras pueden variar en función de los acuerdos personales–, un guionista percibe algo más de 14.000 euros por episodio, que cuesta una media de 1,5 millones de euros por entrega.

Para las productoras, agrupadas en la Alliance Motion of Picture and Television Producers, es más que suficiente, aunque saben que tendrán que ceder ante la perspectiva de las pérdidas que se les vienen encima. Basta recordar que la última huelga de los escritores de televisión, en 1988, representó 345 millones de euros de pérdidas en 22 semanas de paro.

Un trabajo esencial
Cuando un actor pide un aumento de sueldo o mayor protagonismo, las productoras siempre pueden facturarlo a un destino lejano o matarlo honorablemente en el argumento, y resucitarle si hace falta. Pero sin la legión de guionistas, los de CSI (Tele 5) no tendrían ni idea de ADN, el doctor House no sería tan agudo y las Mujeres desesperadas (TVE) sufrirían una crisis.

Sirva de prueba que los multimillonarios presentadores de talk-shows se quedaron mudos la pasada semana por ausencia de guiones.

En la ficción, el problema es similar. Anatomía de Grey (Cuatro) ha emitido esta semana el penúltimo de los 11 episodios de los que dispone, mientras que a Cinco hermanos (Cuatro) le quedan tres.

Mujeres desesperadas ha parado su producción y a principios de diciembre se agotará la reserva. Otra serie de la ABC, Boston legal (A-3), acaba de poner en antena el séptimo de los 15 episodios de que dispone. Más sobradas, Men in trees todavía tiene 11, y Médium (Cuatro), 13.

La CBS no se escapa. La saga de CSI (Las Vegas, Miami y Nueva York) está bajo mínimos y solo dispone de seis capítulos de cada título. Caso abierto (La 2) tiene 10, mientras que Mentes criminales (Tele 5) solo cuenta con seis. Numbers (A-3) emite esta semana el noveno de los 12 episodios que tiene grabados, y de Shark (La Sexta) solo queda uno en la nevera.

En cambio, de Dos hombres y medio (La 2) está cerrada la producción, lo mismo que Padre de familia (La Sexta).

En España, por el momento, las series estadounidenses van a seguir emitiéndose sin problemas, ya que tanto A-3 como Tele 5 y otras cadenas generalistas suelen tener un margen de una temporada, o más, respecto a las emisiones al otro lado del Atlántico.

En comparación, las producciones españolas se suelen emitir con bastante adelanto. El internado (A-3), por ejemplo, lleva cuatro o cinco capítulos, aunque algún caso, como El síndrome de Ulises (A-3), solo tiene una reserva de dos o tres episodios.

En cambio, en TV-3, son mucho más previsores: Ventdelplà, su producto estrella, se graba con un mes y medio de antelación.

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