Dos veces en la misma semana César Vidal estuvo a punto de jugarse el pellejo. Losantos saca su autobiografía de juventud, donde narra su atentado por parte de independentistas catalanes, y Vidal cuenta que él también. Además, desvela que hubo un tiempo en el que él también fue rojo. El tándem de COPE, unidos en la prosperidad y en la adversidad.
Federico ha abierto su corazón en «La ciudad que fue. Barcelona, años 70» para contar a amigos y enemigos cómo vivió su juventud. Afiliado al comunismo para luchar contra el franquismo, el feroz locutor de las mañanas de la COPE terminó sufriendo un atentado terrorista, ya entrada la democracia, perpetrado por los independentistas catalanes.
El propio Losantos, en «La Hora de Federico», en LDTV ha entrevistado a su amigo el director de La Linterna. Era simplemente la prueba piloto, pero tanto les ha gustado que han decidido emitirlo.
VIDAL, DE IZQUIERDAS
«Yo en la época en la que he estado en la izquierda siempre ha sido una izquierda muy moderada, que era, fundamentalmente, socialdemócrata. Lo que a mí realmente me atraía era el modelo sueco, que ahora me horroriza».
«Siempre tuve una visión muy crítica del comunismo».
«Pero sí es verdad que conservaba cierta ingenuidad de la izquierda hacia ciertos movimientos revolucionarios. Es decir, uno pensaba que la URSS estaba mal, que China estaba mal, pero los sandinistas estaban bien».
EN NICARAGUA SE APARTA DEL SOCIALISMO
«Mi punto de vista cambia cuando yo voy a Nicaragua y conozco la Nicaragua sandinista. Esto debió de ser en los años ocheta. Yo me quedo horrorizado».
«En realidad aquello es una dictadura comunista».
INTENTOS DE ASESINATO
«Eso fue en la guerra civil de El Salvador».
«A mí estuvo a punto de fusilarme el ejército dos veces en una semana, de la manera más estúpida. Recuerdo que en la primera ocasión yo llevaba unos folletos sobre objeción de conciencia,… Éstos lo vieron y consideraron que lo mejor era deshacerse de nosotros».
«Yo recuerdo varias impresiones en ese momento. La primera era que tenía un calor en las orejas insoportable, otra era que yo quería que se me ocurriera algo para salir del enredo, … Me acerqué al oficial y le dije: Mire, yo no quiero decirle nada, pero están ustedes cometiendo una equivocación. Yo cogí uno de los folletos y le dije que era literatura religiosa. El oficial se me quedó mirando con cara de estupor, dudó por unos instantes y dijo: Está bueno, que se vayan».
«La segunda vez fue una semana después. Íbamos a llevar comida a un hogar de niños en El Salvador, … y estaban convencidos de que llevábamos comida para la guerrilla. Y se volvió a repetir la misma escena».
«Esta vez, cuando nos tenían encañonados yo vi que al oficial le salía del bolsillo de la guerra un Nuevo Testamento que llevaba el signo de los Gedeones.Yo, cuando lo vi, le dije: Disculpe, oficial, ¿es usted evangélico? Y me dijo: No, pero me gusta el Evangelio, porque mi hermana sí va a una Iglesia. Pues mire, nosotros vamos a un hogar de niños, y llevamos esto. Y el oficial se quedó mirando y dijo: Está bueno, que se vayan».
CONCIENCIA RELIGIOSA
«Yo creo que eso se produce aproximadamente a los 18 años. Para no perder el griego que había aprendido en el Bachillerato me compró un Nuevo Testamento en griego. Y, entonces, leyendo el Nuevo Testamento yo experimenté una conversión. Fundamentalmente leyendo la Carta de Pablo a los Romanos».
Además, asegura en la entrevista que, tras el éxito, su vida sigue igual. Encerrado en su «convento» de cultura. Estudiando y con vicios confesables.
